Paladín, espopeya, inmaculado, fértil, glorioso, y tu consigna imperecedera fue la patria, su independencia, la libertad, la paz y el bienestar de los dominicanos. La honrosa dignidad de Juan Pablo Duarte supera los linderos y acciones de miles y miles de sus conciudadanos y de millones en el extranjero. Naciste decidido y valiente, como las sagradas azucenas, a legarnos la nacionalidad marchitada entonces.
Tus límpidas manos nunca tocaron lo ajeno, ni se marchitaron, porque fuiste ejemplo de moral y pulcritud, elevando tu nombre y hazañas al infinito cielo y a tu tierra.
Inmaculado, graduado en la escuela de la dignidad, jamás sustrajiste ni un ápice del erario estatal, ni de sus bienes. No te dejaste sobornar y rechazaste con pundonor la corrupción, bastando tu rendición de cuentas y el visto bueno por la sección de hacienda entregaste en el tesoro los ochocientos veinte y siete pesos que devolviste, después de la campaña Bani-Sur.
Acción recibida y firmada por J. Tomas Medrano, Jiménez, Bobadilla, Echavarría y Feliz Mercenario, 12 de Abril 1844, y M. Labastida. Duarte, eres un dechado de virtuosidad augusta, digno a imitar, porque también eres junto a Sánchez, Mella y Luperón, la encarnación de la patria misma.
Tu nombre Juan Pablo Duarte, honestidad, debemos reverenciar frecuentemente sin hipocresías ni malsanos intereses, como quienes pretenden hoy banalmente borrar sus culpas, males e infortunios hechos a la República, todavía latentes y a la vista de todos, menos de miopes insensibles.
A Juan Pablo Duarte, moralidad y excelsitud, se le honra y bendice, no solo con ofrendas, flores, desfiles y alabando su nombre, sino siguiendo su luminosa y ejemplarizante trayectoria, con la verdad, la honestidad y persiguiendo el itinerario de su vida, sus obras, ejemplos inmortales cuasi divinos, sufrimientos y martirios sacrosantos, aunque con homenajes, reconocimientos y difusión y enseñanza de su vida, sus obras que son bandera de glorias como su nombre inmortal.
La Patria es el alma, vida, corazón y esencia de nuestra nación y el patriotismo es el sentimiento que nos señala a amar, respetar y defender sus lauros y todo lo que a ella le corresponde.
Sugerimos al excelentísimo señor presidente Lic. Danilo Medina, un mandatario honesto y civilista, ponderar que en las principales instituciones del Estado, escuelas, las castrenses, Policía Nacional y las entidades centralizadas y descentralizadas, sea obligatorio colocar permanentemente cuadros con fotos de los forjadores de Nuestra nacionalidad: Francisco del Rosario Sánchez, juan pablo Duarte, Ramón y Matías Mella.
Que en los monumentos y bustos a Duarte se coloque a su lado un sencillo pedestal que diga: Paladín de la Honestidad así, lo va a construir en el futuro.
El nacionalismo es una doctrina que exalta la personalidad de un país y aboga por su independencia, cuando alcanza su madurez, y nada expresa mejor el sentimiento nacionalista del patricio Duarte, que la cita de los apuntes de será para la historia de los trinitarios: Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una fusión, si los españoles tienen su monarquía y Francia la suya francesa, si hasta los haitianos han constituido la Republica haitiana, por qué han de estar los dominicanos sometidos a situaciones incomprensibles.