Samaná.- En las cálidas aguas de República Dominicana, un majestuoso espectáculo natural se despliega cada año. Las ballenas jorobadas, gigantes del océano, eligen las acogedoras costas de Samaná para realizar su danza ancestral de apareamiento y dar la bienvenida a sus crías.
Desde noviembre hasta marzo, con su punto culminante en febrero, la Bahía de Samaná se convierte en el escenario perfecto para presenciar este impresionante fenómeno.
Sin embargo, avistar a estos colosos marinos no es tarea fácil; es como participar en una lotería de la naturaleza. Aunque en ocasiones las ballenas apenas asoman su lomo, unos pocos segundos a la superficie, la experiencia sigue siendo un regalo maravilloso y emocionante.
El año pasado el santuario marino recibió la visita de 65,290 personas, una cifra que se espera superar con creces este año, según el optimista pronóstico del ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton.
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Destacó el valor económico que estas criaturas aportan a Samaná y al país en su conjunto, alentando a los dominicanos y extranjeros a sumergirse en la magia de los avistamientos.
Con 43 embarcaciones registradas para visitar la zona de los avistamientos, unos minutos recorridos en botes o catamarán detrás de la pequeña, pero maravillosa isla de Cayo levantado, la actividad no solo ofrece un espectáculo impresionante, sino que también dinamiza la economía local.
Desde los capitanes de embarcaciones hasta los guías y los inspectores de vida silvestre, todos encuentran en este evento una oportunidad de sustento.
El biólogo García Marcano reveló detalles fascinantes del programa de monitoreo, que utiliza las colas de las ballenas para identificar a los visitantes recurrentes. De 100 ballenas que llegan a Samaná, 73 regresan en temporadas sucesivas.
Samaná se revela no solo como un refugio para las ballenas jorobadas, sino también como un tesoro natural que merece ser descubierto y preservado para las generaciones futuras.
Visita de periodistas
En un esfuerzo por invitar a más personas a sumarse a esta experiencia única, el ministro Ceara Hatton extendió una cálida bienvenida a un grupo de periodistas que, a bordo de una embarcación, zarpó desde el malecón de Santa Bárbara de Samaná y se sumergieron en la belleza natural que el municipio ofrece.
“Esta es una experiencia única, una conexión cultural, ambiental y natural”, expresó entusiasmado Ceara Hatton, invitando a todos a explorar este rincón paradisíaco de Samaná. Resaltó la importancia de los medios de comunicación en difundir el conocimiento y fomentar una conciencia ambiental que garantice el desarrollo sostenible de la República Dominicana.
Grupo de especialistas
Junto a Ceara Hatton estuvieron ofreciendo explicaciones sobre esta actividad el biólogo y zoólogo Nelson García Marcano, encargado de la Dirección de Biodiversidad del MMARN; Lenny Moris Rosario, administrador del Santuario Mamíferos Marinos Bancos De La Plata y La Navidad: Samuel King, del Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno (Cebse). y Leana González, Guía turística que cuenta con estudios a nivel internacional sobre cuidado y preservación de las ballenas jorobadas.
