Diariamente cientos de miles de hombres y mujeres en Republica Dominicana se levantan para iniciar otro día de faena, pero a pesar de tener oficios, trabajos y responsabilidades distintas existe la posibilidad de que muchos tengan algo en común: tomarán una taza de café en las primeras horas de la mañana.
Esta costumbre tiene una explicación, y es que el café tiene compuestos que estimulan el funcionamiento del organismo humano, entre los que se encuentra la cafeína (droga natural que actúa de manera estimulante y puede ser aditiva) motivando que el cuerpo reciba energía adicional para iniciar el día.
Quizás sea esta la razón por lo cual no existe una esquina de los barrios populosos del Gran Santo Domingo que no tenga un hombre o mujer con un termo conteniendo café que venderá bien caliente, solo o con crema. El precio dependerá del tamaño. Un vaso de los más pequeños cuesta cinco pesos. Uno un poco más grande, 10 pesos. El vaso tipo cervecero se vende de 15 a 20 pesos.
Aparte de estos vendedores fijos, hombres y mujeres cargados con dos o tres termos se pasean por calles y parques ofertando la deliciosa bebida. Otros en cambio usan coches de bebés, triciclos y carritos de supermercados para poder cargar más y ofrecer otras bebidas como té, leche, chocolate y avena. Además muchos ofrecen algo para acompañar los líquidos, como pan, galletas y arepas.
La cafeína combinada con su aroma y sabor son de las razones que hacen que el café sea consumido por millones de personas y además sirva como medio de sustento para miles que lo venden diariamente a toda hora en calles y establecimientos comerciales.
“Ahora con el incremento de más vendedores y la competencia de los haitianos, la venta de café ha disminuido pero igual da para comer y algo más. Yo y mi marido vivimos de esto. Tengo un puesto fijo de 4:00 de la madrugada a 8:00 de la mañana y después vendo en la calle”, expresó Celia Mejía.
La popularidad de esta bebida ha logrado que en todas las plazas comerciales se pongan pequeñas cafeterías para la venta de los más variados y finos vasos de café, ya sea frío o caliente, negro o mezclado. En bancos, oficinas, empresas y muchos otros negocios desde que abren tienen café y vasos disponibles lo que constituye un atractivo más para los clientes.
Pero no solo la venta del café líquido ha sido un medio de sustento, ya que siendo un grano muy solicitado a nivel nacional como en el extranjero, miles de familias dominicanas viven del trabajo en las plantaciones donde se cultiva y recoge el producto.
Empresarios, ejecutivos, ministros, embajadores, diputados, senadores, ingenieros, periodistas, profesores, médicos, enfermeras, policías, militares, campesinos, contadores, artistas, deportistas, chiriperos, vendedores, casi todos sin importar su profesión, estatus u oficio toman café en alguna hora del día.
Para el Elvira Féliz Gómez, de 84 años, oriunda de Barahona, el café, aparte de ser su bebida preferida es al que le debe parte de su vida pues por más de 30 años la venta de este producto la ha ayudado a mantenerse económicamente.
“Yo tengo mis hijos, pero ya están viejos y no me pueden ayudar, pero mientras yo pueda colar y venden mi café con la ayuda de Dios, solo necesitaré salud”, dijo Feliz Gómez.
Café paso a paso
Todo comienza con la recolección de las cerezas, después se procede al despulpado del fruto y luego la fermentación, lavado y secado de los granos. Al terminar todo el proceso los granos de café serán tostados y molidos de la forma que se entienda conveniente.
En nuestros campos y de manera rudimentaria se usan calderos que son puestos en fogones para tostar el café. Para el molido se usan pilones de madera o molinos de mesa, así los granos se convertirán en polvo y estará listo para ser procesado finalmente (colado).
En los hogares, empresas y cafeterías se usan cuatro formas básicas para preparar el café: en coladores de tela (manera antigua que aún se usa), en grecas, en cafeteras eléctricas y en cafeteras industriales. También hay máquinas en negocios que expenden café que es molido y procesado para tomar al instante.
Producción
Aunque no hace mucho tiempo República Dominicana era un productor importante de café, ya ni siquiera para abastecer el consumo nacional alcanza la producción local que ha venido de mal en peor en los últimos años.
Las estadísticas suministradas por el Banco Central dan muestra de cómo ha ido bajando la producción de los principales productos agropecuarios en el país, especialmente el cultivo del café desde 2011, cuando la producción alcanzó las 35,317 toneladas métricas.
En 2012 descendió a 28,771, en 2013 a 19,441 y en 2014 cayó a 17,592 toneladas métricas. En ese mismo orden las importaciones siguieron creciendo y para el 2015 llegaron a 60.2 millones de dólares, aunque en el año siguiente, en 2016, el monto se redujo nuevamente y llegó a 40.55 millones de dólares.
En una publicación de la agencia EFE se destaca que el 92% del café que consumen los dominicanos llega de Vietnam, lo que significa que la mayor parte del grano que se consume en el mercado nacional no es cosechado en los campos dominicanos.
Origen del café
Aunque la historia puede variar, la versión mas socorrida dice que el cafeto es probablemente originario de la provincia de Kaffa, en Etiopía. Cuenta la leyenda que un pastor de Abisinia (en la actualidad Etiopía), llamado Kaldi, notó un comportamiento extraño (sobrecarga de energía: movimientos y saltos no comunes) de las cabras de su rebaño después de estas haber comido de las hojas y frutos de un árbol desconocido para él (cafeto).
Kaldi llevó unas muestras de hojas y frutos a un monasterio, donde los monjes por curiosidad las pusieron a cocinar. El resultado fue una bebida de tan mal sabor que no pudieron tomarla. Las hojas y los frutos por error o intencionalmente fueron lanzados al fuego que al quemarse empezaron a producir un agradable aroma.
Según la historia fue así como a uno de los monjes se le ocurrió la idea de preparar la bebida a base de granos tostados. Después de un tiempo y venciendo vicisitudes y contratiempos de todo tipo el café pasó a los países árabes, a Europa y al resto del mundo convirtiéndose en los que es hoy.
Historia en RD
El café llega al país en el año 1735, proveniente de Haití, concretamente de la región del Dodon. Se dice que fue en la Loma de Panzo en donde se cultivó por primera vez, en las provincias de Independencia y Baoruco; luego de un tiempo su cultivo se expandió por todo el territorio.
Hubo una época en que las plantaciones de café llegaron a ocupar hasta 150.000 hectáreas, produciendo tres cuartos de millón de sacos por temporada. En la actualidad a pesar de representar una importante reserva forestal, se ha reducido tanto la superficie de cultivo como la cuantía de la cosecha.