Editorial Opinión

El color de la paz

El color de la paz

La invasión militar de Rusia a Ucrania, que ya se extiende por 34 días con su estela de destrucción, muerte y éxodo, estaría en vía de finalizar a juzgar por el avance arribado ayer en el reanudado diálogo en Turquía entre delegaciones de las partes confrontadas.

Moscú definió ese encuentro como constructivo y la parte ucraniana dijo que lo tratado sienta las bases para una eventual reunión entre Vladimir Putin y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lo que significa q ue el ácido tono bélico ha cedido espacio a la búsqueda de una paz justa.

En concreto, el gobierno de Ucrania ha señalado que aceptaría su rol de neutralidad y de renuncia a participar como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a cambio de que Rusia acepte que terceros países garanticen su seguridad.

El inmediato anuncio de que Rusia reducirá de manera “radical” su presencia militar cerca de Kiev y de la ciudad de Chernivov, es clara señal de que el ofrecimiento de Ucrania fue bien recibido en el Kremlin, al punto que el jefe de la delegación rusa planteó la posibilidad de una reunión entre Putin y Zelenski.
Otra indicación de la voluntad de Moscú y Kiev para alcanzar cese al fuego y paz duradera ha sido la mención de disponibilidad de las partes de discutir también en un futuro los temas de Crimea y de la región de Donbás, bajo control ruso.

Todo lo que ahora se ingresa en la canasta de ese posible acuerdo pudo gestionarse antes de la condenable invasión rusa a Crimea, porque los temas de neutralidad militar de Ucrania, su renuncia a establecer bases militares y a desarrollar armas nucleares fueron los mismos pedimentos iniciales.

Aun prevalece en occidente escepticismo y desconfianza respecto a si Rusia respetaría los acuerdos propuestos en la reunión de ayer en Estambul, pero ese temor también se expresa en el seno de la Federación Rusa, por lo que lo mejor sería que todos apuesten a la paz y no a la continuidad y agravamiento de la confrontación.

Ucrania ha sido utilizada como teatro de la guerra entre potencias que pugnan por liderar el nuevo orden mundial, como lo han sido otros muchos pueblos de América, Asia y África, por lo que hoy la humanidad reclama el fin de la catástrofe ucraniana.

El Nacional

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