Nada queda mejor tras una comida deliciosa, que un postre que nos llene de sabor y nos entregue a esa experiencia de dulce sabor que jamás se olvida.
Los dulces, a los que también llamamos postres cuando suceden a un almuerzo, deberían ser reconceptualizados, porque conforman un patrimonio gastronómico al cual no le hemos dado, el sitial que les corresponde en el marco de un país necesitado de símbolos y pequeños placeres trascendentes.
El dulce debe ser declarado, como en países como México, han hecho con los suyos, patrimonio nacional dominicano.
Prácticamente todas las provincias del país tienen un dulce (a veces tipos distintos) que le representa y que apelan a frutas, a la leche, a la harina (con todo y el peligro del exceso de carbohidratos), al azúcar (con todo y el peligro por el exceso de calorías) y otros insumos, para dar con la fórmula precisa para dar forma y sabor a ese placer culpable, y producir la experiencia a la cual hacemos referencia.

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Entiendo que debe haber una iniciativa legislativa que la recoja y la convierta en ley. Pero creo un poco más: el país debe seleccionar una ciudad productora de dulce que sea el símbolo. Las candidatas pueden ser:
Paya, de Bani (por todos los dulces de leche, desde Las Tres Marías hasta El húngaro) Bonao, por Los Rodríguez
La Vega, Las 7 S
Villa Altagracia, Turey
Higüey: La otra banda (Concón de Leche)
Puerto Plata: Dulces de doña Agustina
El Seybo, Dulce de doña Tula
Santiago: La raspadura y Jalao de Cacao,
Esto solo para indicar muy rápidamente el nexo de determinadas localidades con sus dulces, pero la variedad de ellos: paleta dominicana (conocida como paleta del Chavo), pilones fruit punch y los clásicos de canela, palitos de coco, canquiñas, majarete, arroz con leche, arepa, pan de batata, pudín de pan dulce de coco tierno dulce de leche y las clásicas y deseadas habichuelas con dulce.
Estoy consciente de que aparenta no ser un tema fundamental, pero si pensamos que de entre los elementos nodales del turismo, la gastronomía es uno fundamental y en su marco, los postres son especialmente interesantes e importantes.
La sugerencia está hecha. Imagino que habrá algún legislador con sentido de su responsabilidad, que la recoja.