Niños, adolescentes, adultos, cristianos y católicos aprovecharon el feriado de Navidad para disfrutar de las frescas brisas marinas y el rocío de las olas en el malecón de Santo Domingo, un área para el espacimiento y recreación familiar rescatada por la Alcaldía del Distrito Nacional y el Banco de Reservas con una inversión que supera los 320 millones de pesos.