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El nuevo DNI con pocos cambios en su estructura y las mismas funciones

El nuevo DNI con pocos cambios en su  estructura y las mismas funciones

Entrada principal al edificio del actual DNI, al lado del Palacio Nacional.

Dentro del marco de los procesos de cambio y modernización del Estado dominicano el presidente Luis Abinader envío al Senado un proyecto de ley para transformar el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) en un moderno organismo de inteligencia.

De ser aprobado dicho proyecto de ley el DNI pasará a ser la Dirección Nacional de Inteligencia, denominación que no variaría sus siglas y, además, respondería directamente al Poder Ejecutivo, como es en la actualidad, y unificaría los demás departamentos de inteligencia del país (será lo nuevo), convirtiendo al presidente de la República en el receptor directo de las informaciones más sensitivas que se originen en el país.

La creación del DNI establece de manera fundamental que este organismo tiene la misión de vigilar el normal desenvolvimiento de la vida democrática en el territorio dominicano, a tal punto que si una persona, grupo o asociación nacional o internacional, atentaran contra la Constitución, las leyes o las instituciones de la República, este tiene la facultad de investigar todo lo relacionado.

Función
Su función básica como agencia de inteligencia, es recolectar, procesar y crear informaciones y datos referentes a la seguridad en sentido general que puedan servir de base en la toma de decisiones en los más altos niveles militares y gubernamentales del país.

Dentro de estos procesos de investigación están los relativos al crimen organizado, nacional o extranjero, a fin de poder detectar los indicadores que revelen el desarrollo de las actividades delictivas que atentan contra la seguridad del Estado, el orden público, la Constitución, las leyes y la integridad de los ciudadanos nativos y extranjeros.

También hasta ahora el DNI tiene a su cargo la depuración de las solicitudes de visados de extranjeros, que les someta a su consideración el Ministerio de Relaciones Exteriores y el control de entrada y salida de los mismos al país.

Si se toman en cuenta las funciones para las cuales fue creado este organismo, se concluye que nunca ha realizado sus funciones ya que el crimen organizado, la corrupción desde estamentos militares, la falsificación de bebidas y medicamentos, y la delincuencia operan a sus anchas en el país.

También en el país la falta de informaciones de inteligencia ha originado que algunos expresidentes se hayan visto envueltos en negocios o tomados en fotografías con personajes ligados al bajo mundo.

Desde su formación el DNI ha sido el organismo de mayor importancia dentro del Sistema Nacional de Inteligencia, y su director (ahora un civil) solo debe rendir informe al mismo presidente de República. Su dependencia es tan real del Poder Ejecutivo, que su sede principal, está en la parte lateral derecha del Palacio Nacional, separados sólo por una verja perimetral.

La modificación que se hará al DNI está justificada ya que en el artículo uno, de la ley 857, sobre su creación, lo sitúa bajo la dependencia de las Fuerzas Armadas y no del presidente de la República, y de ser aprobado el proyecto de ley con la creación del Sistema Nacional de Inteligencia, este departamento pasará a coordinar toda la inteligencia nacional con el control directo del Poder Ejecutivo.

Orígenes
Muy pocas informaciones se tienen hasta ahora sobre la historia y origen del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), aunque se sabe que es una evolución del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) creado durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, como un organismo de inteligencia gubernamental bajo el pretexto de garantizar la seguridad nacional.

Con algo más de una cuartilla de texto el DNI fue creado mediante la ley 857 del 22 de julio de 1978, como una agencia de inteligencia de República Dominicana dependiente de las Fuerzas Armadas, con la libertad de realizar cualquier investigación a cualquier persona o entidad en el país que sea considerada una amenaza a la soberanía nacional.

No se puede hablar de organismos de inteligencia sin hablar del funesto SIM, que fue creado en marzo de 1957 durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Anteriormente la inteligencia del Gobierno estaba sustentada por el Servicio Secreto de la Policía Nacional y por los informantes del régimen llamados calieses.

Los distintos servicios de inteligencia de los estamentos militares comenzaron a formarse durante la década de 1960, a través de órdenes generales de los diferentes jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, primero como secciones, después como departamentos y luego evolucionarían a direcciones.

Un apunte

Artículo 261
Según este artículo de la Constitución de la República: “El Congreso Nacional, a solicitud del Presidente de la República, podrá disponer, cuando así lo requiera el interés nacional, la formación de cuerpos de seguridad pública o de defensa permanentes con integrantes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional que estarán subordinados al ministerio o institución del ámbito de sus respectivas competencias en virtud de la ley. El sistema de inteligencia del Estado será regulado mediante ley”.

¿Inteligencia?

Es preocupante que en un país donde operan seis organismos de inteligencia militar, policial y antidrogas, como es el caso de la Dirección de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (J-2), el Oficial de Inteligencia del Ejército Nacional (G-2), la División de Inteligencia de la Armada Dominicana (M-2), la Dirección de inteligencia de la FARD (A-2), la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dintel) y el Control del Sistema de Inteligencia Nacional Antidrogas, ocurran tantas fechorías.

Por: Jorge González
jgo.jorgegonzalez@gmail.com

El Nacional

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