POR: UBI RIVAS
El crecimiento económico de los países idéntico al de las personas, es obligatorio regirlo por un aumento de la producción, nunca del continuado y crecido endeudamiento, que en el primer caso concluye en tragedia (suicidio), y en el segundo en desgracia nacional y default.
La deuda externa dominicana tiene una triste historia ó acta de nacimiento con el empréstito de Harmont, del 0l-05-l869, instrumentado por el apátrida presidente Buenaventura Báez Méndez con el usurero y aventurero británico Eduard H.
armont, radicado en Ámsterdan, Holanda, por 420 mil libras esterlinas o US$2 millones o RD$84 mil millones (2014), una suma fabulosa en cualquier tiempo, amortizando 85 mil libras esterlinas anuales que sumarían al final de los pagos en 2,125 libras esterlinas, un robo colosal en perjuicio de los supremos intereses de República Dominicana en ese entonces, como hoy son lesivos US$23,203.7 millones que es la deuda externa ó eterna.
Desesperado porque los recursos del empréstito Harmont no fluían con la celeridad que el presidente Báez requería, rescindió el contrato el 20 de julio de 1870, pagando por “comisiones” de recursos que nunca se apropiaron al país 142, 860 libras esterlinas.
En 1892 el presidente Ulises Heuraeux, el terrible Lilís, suscribió otro contrato altamente perjudicial como proditorio con Westendorp & Compañía, para saldar el compromiso con Harmont, que culminó con el traspaso de las obligaciones del Estado dominicano con la San Domingo Improvement de Nueva York, que fue el asidero que sirvió de motivo a los Estados Unidos para intervenir militarmente al país en l9l6.
El 1 de octubre de 1947, el generalísimo Rafael Leonidas Trujillo, presidente de la República, canceló la deuda externa de US$9,40l.855.35 con Estados Unidos y al caer ajusticiado en un charco de sangre el 30-04-l96l la deuda externa era de US$l4.8 millones, que el Consejo de Estado presidido por el jurista Rafael Bonnelly subió a US$37.30 millones o US$23 millones más en l3 meses de gobierno de transición al presidente Juan Bosch que en siete meses la subió a US$125 millones o US$98 millones más.
Esa es la síntesis histórica de los compromisos internacionales de RD y que hoy presentan signos altamente preocupantes como comprometedores de nuestra autonomía financiera, castrada por endeudamientos cada vez mayores y sin atisbos de aminorar ni percepción ciudadana de la esencial prudencia de controlar, y que representan el 45 % del Producto Interno Bruto (PIB) de US$10 mil millones o RD$88 mil millones.
Es lo precisado en declaraciones a HOY vertidas el 7 de mayo de 2014 por la presidenta de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Laura Peña Izquierdo al exponer que la deuda pública en nueve años reflejó un aumento de US$6,822 millones a US$23,203.7 millones, un salto espeluznante de U$16,38l millones, exhortando al presidente Danilo Medina a reducir los gastos superlativos de la nómina pública y ceñirse al presupuesto de 20l3 que prometió equilibrado, y que no ha resultado así en la praxis.
En esa vertiente se pronunciaron el economista Miguel Ceara Hatton y el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia de Santo Domingo, Víctor Castro (HOY 8 de mayo de 2014), y el editorial del diario La Información del 7 de mayo de 2014, considerando que el ritmo acelerado del endeudamiento externo no ha repercutido en bienestar nacional, un reproche evidente a ese maratón irresponsable de compromisos internacionales.
La Cámara de Cuentas expresó que el Gobierno cerró en 20l3 con un déficit superior a los RD$70 mil millones y en 20l2 cerró con un faltante de RD$200 mil millones, en una manifestación evidente de inobservar las leyes y las normas elementales prudenciales, conforme interpreta la columna Primera Fila de El Nacional del 30 de abril de 2014.
El presidente Joaquín Balaguer es el gobernante que administró con mayor prudencia el endeudamiento externo, entregando a su sucesor, el presidente Antonio Guzmán, en 1978, una deuda externa de US$987.4 millones y el presidente Guzmán la subió en US$1,647.5 millones y el presidente Salvador Jorge Blanco la entregó al presidente Balaguer en l986 en US$1,052.l millones más, totalizando US$3,687.0 millones.
El presidente Leonel Fernández recibió la deuda externa en US$3,807.3 millones y la manejó prudencialmente dejándola en el 2000 en US$3,243.5 millones, reduciéndola en US$563.8 millones, entregándola al presidente Hipólito Mejía, que la encaramó en US$6,585.0 millones o US$3,34l.5 millones más.
En 20l2 el presidente Leonel Fernández entregó al presidente Danilo Medina una deuda externa de US$l9,463.2 millones ó US$2,988.2 millones más y en diciembre 20l3 el presidente Medina subió la deuda exerna a US$23,203.7 millones o US$3,740.5 millones más.
Continuar el endeudamiento público, y el presidente Danilo Medina tiene que concientizarse del gravísimo compromiso que implica con esa inconducta financiera que socava la endeble soberanía nacional.

