Es la clave. Una de las apuestas de cambio apunta hacia esta fuente, a la que apuesta un futuro de cambio, eco amigable y sin dependencia. Con lo cual este gobierno define claramente las perspectivas de un sistema de suministro eléctrico ajeno a factores externos, agravados en este momento por los conflictos bélicos, originados probablemente por el dominio del petróleo y sus derivados.
Así, dentro de cuatro años el país tendrá instalados 2,000 nuevos megavatios de potencia, sin que el Gobierno haya tenido que invertir o endeudarse con un solo peso, para la construcción de esas plantas.
Avances hacia los que se encamina el sector energético, resultado del liderazgo de un estadista como el presidente Abinader, que ve más allá de la curva.
En el 2021, el gobierno gestionó y firmó contratos, gestionados a través del Ministerio de Energía y Minas MEN, para la instalación de proyectos de generación de electricidad a partir de energía solar por 530 MW adicionales, que es más del doble de los proyectos solares que se habían firmado en más de una década pasada.
Esos nuevos parques fotovoltaicos se están construyendo en las regiones Sur, Cibao, Este y en el Gran Santo Domingo. Los altos niveles de confianza de los inversionistas, resultado de la presente gestión, se reflejan en el número de proyectos en carpeta en proceso de ser acogidos por el MEN a través de la Comisión Nacional de Energía.
De manera que están en camino otros proyectos de energía solar para seguir aumentando nuestra capacidad de energía renovable. Esto incluye el estudios de la factibilidad de plantas hidroeléctricas, entre ellas, Las Placetas, ubicado en Santiago; Artibonito, en Elías Piña, así como Camú, en La Vega.
El Presidente ha identificado cinco ejes principales de este sector, a saber, ampliación y diversificación la oferta de energía, expansión y modernización del sistema de transmisión para saneamiento de la gestión y operación de las empresas distribuidoras, incremento de la entrega de energía a la población y mejora sustancial y sostenible de sus infraestructuras operativas.
Igual, impulsa la producción de electricidad a partir de fuentes renovables como el sol, el viento, la biomasa y los residuos sólidos urbanos, así como promover la introducción de nuevas tecnologías y combustibles energéticos actualmente en rápido desarrollo y difusión en el mundo.
La reforma y fortalecimiento de la gestión pública del sector, así como la mejora y actualización del marco legal y normativo que regula el mercado eléctrico nacional.