POR: Rafael R. Ramírez Ferreira
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La progeria o envejecimiento prematuro de la nueva ley de las FF.AA.

No quisiera decir que la reunión fue vulgar, ofensiva, desconsiderada, burlesca. No lo quiero decir por respeto a la amistad pero, ante el accionar de los políticos y sus dependientes, nada puede asombrarme. El citar a oficiales para comunicarles que estaban puestos en retiro, en base a la “nueva” ley orgánica de las FF.AA., más bien, fue una burla, de aquellas a que nos tienen acostumbrados estos políticos y sus escuderos militares y policiales.

Habíamos comentado que esa “ley” estaba envenenada; que no era más que un mamotreto, un ardid para engatusar a los más pendejos y beneficiar una sarta de lacras, lamentablemente tuvimos razón. Por igual habíamos manifestado que la anterior era una buena ley, cuyo único y mayor pecado fue haber sido el morir virgen y al parecer, lo mismo ocurrirá con la “nueva”.

La “nueva” nació peor, concebida con fines claramente inmorales, vergonzantes, humillantes y discriminatorios pero, nadie hizo caso, porque así lo querían sus progenitores políticos y los maniquíes con uniformes militares cuyo mayor mérito es el haber sido alabarderos, escuderos, mendigos de puestos y sumisos como perros falderos.

Esta nueva ley nació “natimuerta”, con la enfermedad de la vejez prematura o progeria. Se hizo vieja, mancillada y violada desde que era un embrión, porque los espalderos, escuderos y alabarderos, ese conjunto de “militares”, el cual muy bien en su momento fue catalogado por el presidente Fernández, como lacras, desde el inicio deseaban que la misma contuviera sus malditos degenerados genes morales.
Pretendieron jugar con la inteligencia de los demás, cuando ya todos los militares profesionales les habían visto las enaguas. De cuatro a seis años para implementarla. Claro, algo así como generales por siempre. Otra vez, solo para beneficio de los espalderos y escuderos, porque en cuanto a todos los demás, burlas ofensas y humillaciones profesionales.

Pero, así como expreso Tales de Mileto, ese gran filósofo griego, fundador de la escuela jónica y llamado por demás Padre de la Geometría y, como todo lo que tiene valor intrínseco se acrecienta con el tiempo, nos dejó como legado que “lo más constante es la esperanza, porque permanece en el hombre después de que lo ha perdido todo”.

Igual decir y pensar tenemos con relación a esta estocada a la institucionalidad de las FF.AA., dada por los políticos y sus adláteres militares, mediante esa malograda ley, de la cual ya nadie habla, como siempre en este país, pero, que tampoco han vuelto aplicar, como tal fue concebida, para proteger a esa chusma hasta que termine este periodo de gobierno y el que viene por entero.

Indiscutiblemente que ha crecido el concepto, como aquello de la verdolaga, que la profesión militar se ha convertido en una institución cualquiera, de esas populistas pero de baja, muy baja estofa. Y eso le parte el alma a todo aquel que de una u otra manera ha confiado o ha entregado lo mejor de sí por esa institución para que cumpla a cabalidad con su obligación sagrada de defender esta nación.

Pero el tiempo es terrible, como expresa un admirado amigo magistrado: el tiempo es mortal y todo lo va llevando al más cruel de los olvidos, tal y como les ha pasado a tantos en este país, sin dejar de destacar lo que se creía una dinastía eterna, esto es, la familia Trujillo y su partido dominicano. Por eso es necesario que llegue un día en que…

Y, muy a pesar de que la realidad siempre frena los sueños y más en las miserias, como esta inmoral y abusiva que estamos padeciendo, no perdemos la esperanza de que ese tiempo, que va dejando todo y enterrándolo como fósil inútil en cualquier rincón del alma o el cerebro y que además envejece las ilusiones y hasta mata amores, amistades y admiraciones, nos permita una vez más poder contemplar el resurgimiento de la institucionalidad militar por encima de todos estos intereses espurios y la abusiva, elitista y vergonzante progeria ley de la FF.AA. y de todos aquellos que una vez hicieron el juramento de sacrificar y hasta dar su vida por defender la institución y los

mejores intereses de la nación. ¡Si señor!
Twitter:@rafaelpiloto01