No basta con que el Ministerio Público anuncie que apelará la libertad de cuatro policías acusados de facilitar la fuga de un supuesto narcotraficante del destacamento del cuerpo en Jarabacoa. La decisión también debe investigarse.

La magistrada Juana Patricia Silverio dispuso la libertad pura y simple del segundo teniente Eury Amaury de la Rosa de los Santos y los cabos Ángel Miguel Prensa Heredia, Brian Javier Méndez y José Israel Pérez Adames, quienes fueron detenidos y acusados de facilitar la huida del presunto capo Daniel Abreu.

El Ministerio Público aduce que Abreu escapó del destacamento policial de Jarabacoa, donde había sido recluido después de ser sorprendido in fraganti en el negocio de drogas. Desde entonces no ha dado señales de vida.

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Procede la investigación para determinar si el expediente contra los agentes está debidamente sustentado o si la magistrada se excedió en su decisión.

Lo cierto es que tanto la fuga del presunto capo como la excarcelación pura y simple de los agentes resultan muy suspicaces. Por descontado puede darse que Abreu, cuyo paradero se ignora, no se fugó con magia del destacamento de Jarabacoa.