Articulistas Opinión

Fe y transparencia

Fe y transparencia

Eduardo Álvarez

Todo fideicomiso es un acto de fe, que deviene en confianza, en tanto es compartido. La palabra Fideicomiso viene del término latín Fideicommissum, de la unión de las palabras Fide, que quiere decir fe; y, “Commissum” que significa comisión, lo que se traduce como un cometido de confianza. Esto es una acción fuera de toda duda. Transparente.

A continuación, algunos de los tipos  más utilizados, a saber, el testamentario, el medio de pago y cumplimiento de entrega, de planeación y consolidación patrimonial y el estructurado. En materia de valores o bienes públicos, transparenta, cuantifica y establece un inventario efectivo y preciso de los bienes a ser amparados.

El de planeación -más bien, inventario patrimonial-, es mediante  el cual un experto o entidad cualificada y autorizaba recibe su patrimonio, con el propósito que se custodie y administre separado del propio, pero sobre todo para que se cumpla con ello una finalidad específica. Determina las existencias con sus valores reales, al momento de ser adquirido y su revalorización por indexación.

En caso de bienes públicos, el Estado sabe lo que tiene, por tanto, cómo invertir y analizar sus costos de mantenimiento. Blindaje a toda prueba, cuya certificación es inalterable.

El comercio, como prototipo de manejos financieros, tiene en la figura del fideicomiso a uno de los más seguros, efectivos y sólidos instrumentos de garantía. Sobre todo cuando las operaciones se basan en la permanencia de las relaciones, reguardando las inversiones involucradas. Propuesta aún más necesaria y útil  para el cuidado del patrimonio público.