Aunque el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sea su niño mimado, Estados Unidos tiene que evitar a cómo dé lugar la ocupación militar de la franja de Gaza y el desalojo de sus habitantes. Ya que no ha querido detener el genocidio de palestinos en la zona el presidente estadounidense Donald Trump puede impedir la barbarie de Netanyahu en Gaza.

Alemania, Francia, España, Bélgica, Países Bajos, Turquía, Australia, la Comisión Europea y la ONU han rechazado el siniestro plan del Gobierno israelí, que sin duda no está satisfecho con los más de 60 mil palestinos muertos durante los ataques a Gaza. Israel se ha negado a un alto al fuego hasta para facilitar alimentos a los palestinos atrapados en la guerra.

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Cientos de personas han muerto en busca de comida en centros de distribución que se han habilitado en desafío a los bombardeos de Isarel. Hasta la única iglesia católica de la zona fue atacada por soldados israelíes en la guerra de exterminio. Ahora Netanyahu se propone militarizar la zona y desalojar a los habitantes sin importarle el rechazo ni las consecuencias a un proyecto que solo Trump puede evitar.