María Castillo, actriz, directora teatral.
El gestor cultural dominicano Roldán Mármol consideró que la inauguración de la Ciudad de las Artes el pasado martes, en Panamá, representa un logro extraordinario para el desarrollo del arte y la cultura del pueblo panameño, pero a la vez, es un ejemplo y un reto para los demás países de Centroamérica y el Caribe.
Al ser consultado por Qué Pasa! el también cantante e investigador folclórico dijo que ya es tiempo de que la clase política dominicana, en especial los principales líderes de los distintos partidos políticos, incluyendo al presidente Luis Abinader, entiendan y asuman la trascendencia de la cultura para una estrategia de desarrollo exitosa, democrática y descentralizada, a nivel de gestión y territorio.
“Está más que demostrado, por todos los organismos internacionales, que la cultura no es un gasto, sino todo lo contrario, es altamente productiva en el plano económico, además de aportar a la cohesión social, a la calidad educativa y a la gobernanza de todo país”, resalta Roldán.
Conocedor de lo que significa la cultura para el desarrollo de los pueblos, dijo esperar que las autoridades dominicanas puedan emular esta iniciativa panameña “y que logremos valorar más a los artistas y a nuestra diversidad cultural, y así consensuar un gran plan estratégico para el incremento presupuestario y el desarrollo de las artes y la cultura en la República Dominicana”.
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Valorar lo que tenemos
La actriz y directora teatral María Castillo aplaude la iniciativa panameña y resalta la visión que, en su momento, tuvo el expresidente Joaquín Balaguer, quien, a pesar de las sombras de sus gobiernos sería mezquino no reconocerle la construcción de lo que es hoy el epicentro cultural de la ciudad de Santo Domingo como lo es la Plaza de la Cultura.
“50 años después sería mezquino no reconocer que ese lugar ha sido el corazón del florecimiento de muchas de nuestras artes. Ahí se coloca, sobre el escenario del Teatro Nacional, el Museo de Arte Moderno, el Museo Antropológico, lo que debe ser la excelencia del arte dominicano en sus diferentes facetas, pero también tiene espacios de creación, de más libertad para la experimentación, o sea que nosotros cuando vemos esto que ocurre en Panamá, podríamos decir ‘ay si lo tuviéramos’, pero es que nosotros hace 50 años tuvimos ese lugar y lo seguimos teniendo y va evolucionando”, asegura.
Entre los espacios de educación artística y de creación de las compañías oficiales Castillo resalta el Palacio de Bellas Artes, que se creó con ese mismo propósito.
“Ahí tenemos la residencia de las compañías teatrales, musicales, del arte lírico, pero cuando luchamos por tener una escuela para la docencia se hizo una división entre lo que era la educación artística y la práctica de las compañías estatales”, recuerda.
La exdirectora de la Escuela Nacional de Teatro resalta la construcción del Conservatorio Nacional de Música en medio de un parque, a pesar de todas las opiniones en contra, para que los estudiantes tuvieran espacios para sus prácticas instrumentales en un ambiente de naturaleza.
Sobre la Ciudad de las Artes de Panamá considera que es el proyecto ideal que algunas ciudades se pueden permitir, siempre que se invierta y se piense de una manera holística en torno al arte, integrando a todos los participantes: estudiantes, artistas consagrados, en un lugar donde puedan tener un contacto permanente que enriquezca sus distintas áreas.
“Yo celebro que los panameños ya tengan ese lugar, me gustaría visitarlo en algún momento, y exhorto a que nosotros mismos valoremos más tener un espacio como la Plaza de la Cultura, en pleno centro de la ciudad; tener nuestro Palacio de Bellas Artes, cuidarlo, que se le dé mantenimiento a nuestra Plaza del Conservatorio. Es cuestión de poner en valor nuestro espacios, que los tenemos, y si en algún momento podemos tenerlo todo en un mismo lugar, pues será un logro descomunal”, concluyó Castillo.
Industrias creativas
Consultado sobre este mega proyecto, el exministro de Cultura y exembajador dominicano ante la Unesco, José Antonio Rodríguez, expresó que la inversión en cultura también debería abarcar las industrias creativas.
Rodríguez consideró que la mejor forma de hacerle frente al déficit fiscal es la inversión y no los impuestos.
“Pero, somos nosotros, los que formamos parte del sector, los que debemos entenderlo, promulgarlo y hacerlo entender”, declaró el también cantautor dominicano.
