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Gran dama

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Rosa Gómez de Mejía

La exprimera dama Rosa Gómez de Mejía, quien murió ayer de un infarto a los 82 años de edad, se distinguió como una mujer trabajadora, cariñosa, bondadosa y respetuosa.

Con su partida sus familiares pierden a un ser querido y la sociedad a una ciudadana que supo honrar sus deberes sociales y familiares.

Con su esposo, el expresidente Hipólito Mejía, procreó cuatro hijos, entre los que figura la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.

Doña Rosa, quien había nacido el 11 de marzo de 1940 en Gurabo, Santiago,  sufrió el infarto en un acto en el Museo Trampolín.

 Se le trasladó a un centro médico, pero no se pudo salvarle la vida. Doña Rosa fue siempre la misma, humilde y hogareña, que trataba a todas las personas con cariño y respeto. La partida de una persona de tan nobles credenciales es una pérdida sensible en cualquier circunstancia.

El Nacional

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