Opinión Articulistas

Haití en erupción

Haití en erupción

Hugo A. Ysalguez

Mientras la comunidad internacional intenta establecer un Consejo provisional de gobierno en Haití, la violencia, la muerte y el tableteo de las ametralladoras no cesan en Puerto Príncipe, una capital que se ha convertida en inhóspita para la convivencia pacífica, alejada de un pronto retorno de la normalidad.

La autodeterminación de los pueblos y la no intervención, son principios fundamentales del derecho internacional, los cuales necesariamente serán violados por la urgencia de que fuerzas foráneas aterricen en Haití para acabar con la pirámide de las larvas que brotan de un volcán en erupción, constituido por las bandas armas que siembran de terror el territorio haitiano, donde ejercer el dominio de un 80 por ciento, genera una tarea de difícil control, ,pues solo el fuego de los combates quizás logre el propósito de la arriesgada misión.

Lo que ocurre en Haití, fue pronosticado por el presidente Luis Abinader en distintos escenarios internacionales, en presencia de una apreciable cantidad de mandatarios concurrentes por convocatoria de la ONU, una entidad que está perdiendo autoridad para mediar en crisis de los países miembros, por una evidente y desafortunada inacción que revela impotencia,

En medio de la turbulencia haitiana, la ONU vuelve a solicitar al gobierno que no deporte a los ilegales del vecino país, trazando directrices que atentan contra el poder soberano de una nación, en tanto se olvida del genocidio de la franja de Gaza, una tragedia sólo comparable con el holocausto,
Aun en medio de una guerra civil, los haitianos siguen cortando árboles en nuestros bosques, principalmente el conocido guaconejo, el cual es transportado en camiones, destinado a la industria de perfume de Francia, junto con la hoja de manzanilla. Lo mismo ocurre con el tráfico de drogas que se ha intensificado, utilizando diversas rutas a través de una serie de asociaciones en el ámbito del crimen organizado, que permite el movimiento y la comercialización de sustancias ilícitas con una indignante impunidad.

«O luchamos juntos para salvar Haití o lucharemos solos para defender la República Dominicana», fue el último llamado del presidente Abinader en la reciente reunión de la ONU.