Opinión Editorial

He ahí el peligro

He ahí el peligro

El decomiso de 9.8 toneladas de cocaína en el puerto multimodal Caucedo es motivo de conjeturas, controversia y preocupación, mientras se aguarda por un informe de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), según adelantó el presidente Luis Abinader.

Las autoridades parecen centradas en determinar el origen, trazabilidad y destino de ese cargamento, a los fines de confirmar o descartar que habría sido cargado o estibado en México, Honduras, Guatemala o República Dominicana, aunque desde ya el Ministerio Público define el caso como complejo.

A partir de la afirmación del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, de que “ya quedó claro” que el contenedor en el que se decomisó el lote de drogas se cargó en República Dominicana, corresponde al lado dominicano confirmar o desmentir lo dicho por ese mandatario.

Puedes leer: Apresan dos con 641 paquetes de coca Pedernales

Resulta curioso que desde Puerto Veracruz, México, donde se dice zarpó la embarcación en cuyas bodegas se descubrió el alijo, se reservara un contenedor vacío que pasó todas las pruebas de revisión en terminales portuarias de Honduras y Guatemala, cuyas autoridades juran que no había droga en su interior.

Fue en el multimodal Caucedo, Boca Chica donde se detectó ese cargamento, sin que se sepa aun si el contenedor fue cargado en Santo Domingo y estibado en el carguero que iba con destino a Bélgica, cuestión que tendrán que precisar la investigación en la que se dice participa personal de la DEA.

Para fines de resultado, poco importa si esa carga salió de algún lugar de Sudamérica, con escalas en México, Honduras y Guatemala, que fuera consignado directamente al puerto dominicano o que se consolidara aquí hasta llenar el furgón, porque al fin y al cabo, la cocaína fue decomisada.

La mayor preocupación estriba en la reacción que tendrán los dueños de esas toneladas de drogas que ya fueron incineradas, así como determinar quienes tenían la encomienda de tutelar ese cargamento, que por su valor en el mercado, de US$250 millones, no serían simples muchachos de mandado.

Tómese en cuenta que el barco, con o sin la droga, salió desde Veracruz, México, que ese alijo es una manufactura transnacional, que no sería consolidado en ningún traspatio y que seguramente contaba aquí con arientes y parientes, los que tendrán que responder a alguna corporación del narcotráfico y a propias autoridades. He ahí el peligro.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación