Siempre es un gusto leer a un verdadero intelectual. Es el caso de Miguel Collado y su tributo a ese “dominicano por sentimiento, cubano por obligación y puertorriqueño por nacimiento” que fue Eugenio Maria de Hostos (Textos en su memoria), una de las varias compilaciones en que ha trabajado Miguel Collado, libro que estaré presentando el próximo día treinta, en la LIbreria Cuesta, seis de la tarde.
Cuales son los aportes de esta obra?
1.-La pertinencia. “En esta hora de triste incertidumbre mundial es una ocasión propicia volver la mirada sobre el luminoso pensamiento histórico de Hostos”.
2.-Darnos a conocer, en un volumen de textos críticos, a educadores dominicanos que estuvieron estrechamente ligados al gran maestro. En mi caso particular, desconocía los ensayos de Evaristo Morales y Arturo Grullón.
3.-Demostrar, una vez mas, lo que ha sido la presencia de Hostos en la vida espiritual dominicana, documentando la ruta del apóstol por Perú, Chile, Argentina, Venezuera y Panamá.
4.-Compilar en un libro texto, dispersos, articulos, ensayos y conferencias, labor en la que se ha especializado Miguel Collado como profesional de la investigacion literaria, bibliografo y bibliofilo.
5.-Actualizar la bibliohemerografia Hostosiana de autores dominicanos, en el periodo 1876-2014, bibliografia que nos anuncia “se ira ampliando en cada edicion de nuevos titulos”.
6.-Enriquecer este texto, con algunas cartas, como la que en fecha 29 de junio de 1876 le envia Hostos a Gregorio Luperón.
7.-La inclusión en el texto, en su triple condición de autor, editor y compilador, de breves notas bibliográficas sobre cada uno de los autores compilados, entre ellos los hermanos Henríquez Ureña, y Federico y Francisco Henríquez Carvajal.
8.-Anexar al texto un breve opiniario de los colaboradores en torno al ciudadano Hostos.
Esta obra se lee con una mezcla agridulce de nostalgia por la Patria que fue, y de desanimo por la que nos queda.
En tiempos de Hostos la sociedad reconocia a sus apostoles con “grandes manisfestaciones publicas” . Tanto Max Henriquez como Demorizi, narran la llegada del maestro a Puerto Plata y a Santo Domingo, y nos definen al pais como “ Domingo de Ramos de una alborozada nacion”, donde “Lilis habia corrompido el alma ciudadana y era necesario devolverle su dignidad”.
Hostos, falleció de “asfixia moral”, porque, según Federico Henriquez, “vientos de tempestad deshecha soplaron sobre el campo de la política. Diferencias de criterio, o aspiraciones, se trocaron en civil discordia…y la pobre familia dominicana, unida un momento en la paz y la esperanza, fue violentamente desunida y rudamente castigada en el vertigo de pasiones sin freno”. Ahora, que amenaza con volver a soplar los vientos, hay que leer este libro.