La huelga es un medio fundamental por el cual los trabajadores organizados pueden promover y defender sus intereses sociales y económicos, mediante la suspensión temporal de las actividades laborales convocada por los trabajadores o comerciantes, como presión y chantaje frente al patrón o gobierno en busca de mejores condiciones.
Con la caída del régimen de Trujillo, la sociedad entró en una bataola política mediante las formaciones de asociaciones, sindicatos, movimientos y partidos políticos, con la finalidad de luchar por mejores condiciones sociales y políticas; y es que, la dictadura nos mantuvo por más de 30 años, viviendo en un oscurantismo, sin que el pueblo protestara contra el sistema político que imperaba en esa época.
Es a partir de mayo de 1961, que vio la oportunidad de unirse mediante asociaciones para reclamar libertades de expresión, laborales, comerciales y empresariales que, estuvieron bajo el total control de la dictadura trujillista, por lo que, estos sectores aprendieron a manejar los renglones de la figura de la “huelga” como método de chantaje y extorsión frente a los gobiernos. Los tipos de huelgas que se utilizan son: General, sectorial, de empresas, de solidaridad, de brazos caídos y las intermitentes como advertencias.
Las huelgas se han desacreditado
La huelga puede llegar a la paralización total o parcial de los servicios, manifestar un desacuerdo y reivindicar ciertas condiciones. Con ese método legal de presión, se logró arrancarles a los gobiernos muchas conquistas en favor de los sectores que las promovieron; sin embargo, en nuestro país se ha convertido un relajo para chantajear a los gobiernos.
Durante un tiempo, con las “huelgas” como método de lucha, las organizaciones populares, estuvieron de moda promoviendo paros, cuyo mecanismo de poder, no sólo estaba en paralizar actividades económicas, sino en fomentar el temor mediante la quema de neumáticos, barricadas en las calles y amenazas como acción más efectiva de turbar el orden público; ¿pero a quien perjudicaban? ¡Al pueblo! Al mismo que le solicitaban apoyo.
En nuestro país, la huelga laboral en todos los servicios públicos debe ser prohibida y penalizada; a pesar de que OIT ha reconocido ese derecho protegido por el Convenio Núm. 87.
Por el mal uso y el sobreuso de la “huelga” promovida por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y el Colegio Médico Dominicano (CMD), hoy, ese método de conquista se está debilitando, por el daño que le ocasiona a uno de los principales servicios públicos para el desarrollo de una nación.
Por. Luis Maria Ruiz Pou
luisruiz47@gmail.com