Luego de la convocatoria que hiciera el Museo de Arte Moderno (MAM) a la prensa y al público en general para asistir a una conferencia dictada por la reconocida arqueóloga dominicana Cathleen Martínez, le fue negada la entrada a los periodistas que fueron a dar cobertura, alegando que el salón estaba lleno a capacidad.

Como representante de este vespertino, le solicitamos al señor Efraín Raimundo, director de Comunicaciones de la dirección General de Museos, que nos permitira entrar a dar cobertura, aunque sea de pie, para realizar un trabajo especial sobre la conferencia, pero simplemente nos dio un NO por respuesta.

Raimundo indicó que en las afueras del MAM había sillas y una pantalla reproduciendo la actividad; mostrando total ignorancia de la mala calidad visual y auditiva de la pantalla, motivo por el que todos se retiraron decepcionados del lugar.

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Insistiéndole al director de Comunicaciones con el interés de realizar nuestro trabajo, su respuesta fue que nos enviaría un audiovisual del evento al final de semana cuando editaran todo.

“Sí, teníamos espacio para la prensa, pero al ver la gran cantidad de personas le cedimos el espacio”, alegó, agregando que la prensa puede obtener la información retroalimentándose de otra parte, “no necesariamente asistiendo al evento”.

Al ser cuestionado nuevamente sobre cómo entiende él que se retroalimentaría la prensa, si no le dan acceso a la información, dijo muy seguro: “Yo sé cómo se manejan los eventos, yo estoy capacitado para eso”.

Muchas personas desfilaban decepcionadas y comentando que este lugar no era el espacio apropiado para la presentación de la arqueóloga dominicana y que debió de ser en un lugar más amplio donde no quedaran personas afuera luego de que se les invitara.

“Yo vine a ver la conferencia, pero mira que desastre, yo traje a mami que es muy mayor, mírala y no me la quieren dejar entrar, ese disparate de pantalla no se ve y tampoco se logra escuchar nada”, dijo Juan Cabrera, uno de los asistentes.

“Ellos debieron decir sobre capacidad para tantas personas y no hacer ese desastre”, manifestó otro señor muy enojado.

Fue irrespetuosa la forma en que fueron tratados los presentes en aquel lugar, pues no se debió convocar abiertamente si no contaban con la capacidad para acomodar a los invitados.

Es un punto que debe tener en cuenta la directiva del Museo de Arte Moderno y la Dirección General de Museos, para que no se vuelva a repetir el desastre de anoche.