Opinión

Cartas de los lectores

Cartas de los lectores

Profamilia agradece

Señor director:
Profamilia agradece el reconocimiento hecho a la labor realizada por nuestra institución a lo largo de estos 50 años de existencia, en su publicación de la columna “El Semáforo”, de la Página Dos, de El Nacional, el pasado día 29 de abril del año en curso.
Es un honor que el trabajo de Profamilia sea reconocido, así como las situaciones que nos han hecho crecer y afianzarnos en la defensa de los derechos humanos en nuestro país, a pesar de que como bien cita, nuestras acciones “no siempre han sido bien comprendidas, o han sido interesadamente denostadas”.

Es muy significativo para nosotros haber gozado durante este tiempo del apoyo y el reconocimiento de El Nacional y de profesionales de la comunicación como usted, con quienes además hemos mantenido una relación armoniosa y sobre todo de respeto a nuestros respectivos roles en la sociedad.
¡Gracias por su apoyo!

Atentamente,
Magaly Caram
Directora Ejecutiva

El Conde y “La Cafetera”
(Y-2)
Algunos de los que frecuentaban regularmente “La Cafetera” han desaparecido y los que quedan, ya no saborean el aromático café ni el demandado “medio pollo” (una tacita de café con una pizca de leche). Los periodistas, intelectuales y otros profesionales que todavía visitan La Cafetera, son contados con los dedos de una mano, y sobran algunos.

Muchos de esos “desertores”, ahora son parroquianos de restaurantes de lujo, y salones de esparcimiento enclavados en exclusivos supermercados. En esos establecimientos se sienten más empinados en su nuevo status social. Además, evaden visitar El Conde y La Cafetera, porque les causa cierta aprensión el que emerjan las evidencias de un pasado que los aterroriza.

Es decir, que durante el gobierno de Lilís muchos comerciantes de la calle El Conde del legendario Navarijo, fueron expulsados de sus negocios por la miseria que los acogotaba. En esta etapa, otros, han abandonado el lugar porque fueron envilecidos; han trepado hasta lo inimaginable, y tal vez conformen una buena parte del dos por ciento del número de dominicanos que ha experimentado una satisfactoria y placentera movilización social.

Atentamente,
Fernando A. de León

El Nacional

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