Opinión Editorial

Incertidumbre

Incertidumbre

Irán lanzó el sábado más de 300 drones y misiles de crucero y balísticos sobre Israel, la mayoría interceptados con ayuda de Estados Unidos, Alemania y Jordania, un ataque sin precedentes que coloca a Oriente Medio en la antesala de una guerra regional.

La ofensiva ha sido en represalia por el bombardeo israelí contra un edificio consular iraní en Damasco, Siria, en el que murieron siete mandos militares de ese país, cuyo gobierno advirtió que respondería una previsible reacción de Israel.

Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia y España, han condenado la acción de Irán y ofrecido respaldo a Israel, en tanto que China llamó a la calma, pero el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, calificó de peligrosa la escalada bélica en Oriente Medio y pidió cese de hostilidades.

Washington y Londres tuvieron una participación directa en la interceptación de los drones y misiles lanzados por Irán contra Israel, lo que indica que se involucrarían en una eventual conflagración árabe-israelí, que muchos creen habría ya comenzó con el ataque de Teherán.

Al espacio de incertidumbre que se extiende por Oriente Medio, se agrega el reciente acuerdo entre Estados Unidos, Japón y Filipinas para contrarrestar el activismo militar de Beijing en el Mar de China, la reiteración de unidad estratégica entre Rusia y China y la escalada de la guerra de Ucrania.

En los escenarios que resulten del ataque de Irán a Israel afloran riesgos de que se desate una guerra regional, de que se agraven las relaciones entre China y Rusia con Occidente, que se perturbe aún más el comercio internacional y que se reduzcan las perspectivas de crecimiento de la economía global.

Esa grave escalada belicista que involucra a potencias nucleares cubre al mundo de inminente peligro de que se produzca al menos una conflagración regional, que quizás inició con el ataque terrorista de Hamás en Israel, la masacre que se perpetra contra Gaza y ahora el ataque de Irán contra la nación judía.

República Dominicana esta compelida a dar seguimiento a los acontecimientos que se registran a miles de kilómetros de esta tierra insular, porque sus efectos impactarían a corto plazo sobre su economía, comercio, turismo, remesas, inversión y sobre su programa de desarrollo.

El Nacional

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