Con las detenciones de haitianos indocumentados e incluso de supuestos traficantes el Ejército hace gala de eficiencia en la persecución de extranjeros que ingresan ilegalmente al país por la zona fronteriza.

El cuerpo ha dado cuenta de la detención de militares y civiles sorprendidos cuando transportaban en vehículos a los extranjeros con estatus migratorio irregular.

Ahora se acaba de informar del apresamiento en Azua de Félix Leonardo Alcántara Severino, señalado como uno de los presuntos cabecillas de una red dedicada al tráfico de haitianos en la región sur. Pero los operativos dejan la incógnita sobre la aparente facilidad con que los haitianos ingresan al país, en grandes cantidades, a través de una frontera que se supone sellada.

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No solo hacen como topos ni con magia, sino pagando un precio que, por las condiciones económicas de su país, no se sabe si están en capacidad de hacerlo.

Tal parece entonces que en la red no solo intervienen los guías y transportistas, sino militares que se hacen de la vista gorda en la frontera y otros sectores.

Genera dudas que tantos haitianos puedan ser detenidos con tanta frecuencia en vehículos cuando eran transportados hacia determinados lugares.

Muchos sospechan que sectores poderosos pueden estar detrás de ese trasiego de haitianos indocumentados a través de la frontera y que en la operación intervienen oficiales de alto rango. Si no es así, que se explique entonces cómo ingresan esos indocumentados detenidos aquí.