Además de los 12 muertos y los 21 menores intoxicados con alcohol, las lluvias han tornado más tétrico el balance durante las navidades.
Los reportes dan cuenta de 3,769 viviendas afectadas y 18,845 personas desplazadas de sus hogares, las que tuvieron que pasar la Nochebuena en lugares más seguros.
A causa de las inundaciones unas 33 comunidades, según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) quedaron aisladas.
Por los efectos de un frente frío las provincias de Puerto Plata, Samaná, Duarte, María Trinidad Sánchez, Espaillat y Hermanas Mirabal estaban en alerta amarilla. El Gobierno desplegó operativos de asistencia a los desplazados en esas comunidades. El COE ha desplegado un amplio operativo de prevención para evitar males mayores.
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Las muertes, casi todas en accidentes de tránsito, y las intoxicaciones de menores con bebidas alcohólicas son por lo regular, en el mejor de los casos, resultado de responsabilidad colectiva. Pero lo cierto es que por más estricta que sea la vigilancia de las autoridades si la ciudadanía y la familia no cooperan los resultados dejarán siempre mucho que desear.
Como lección las autoridades tienen que efectuar más campañas de orientación y no limitarse a simples exhortaciones para prevenir situaciones como las que han afectado a la familia en estos días.
Hasta sobre los efectos de los fenómenos naturales hay que advertir a la gente sobre las consecuencias a que se expone al no atender las recomendaciones.