ATENAS. AFP. Una huelga general paralizaba el martes a Grecia y miles de manifestantes salían a protestar contra el plan de austeridad que el Parlamento empezó a discutir bajo presión de la UE y el FMI como condición para salvar al país de la quiebra.
Los manifestantes, al grito de «El proyecto de ley no pasará», confluían al iniciarse la tarde hacia la plaza Syntagma, frente al Parlamento, donde acampan desde hace más de un mes los «Indignados», inspirados en un movimiento similar que surgió en mayo pasado en España.
El comisario europeo para Asuntos Económicos, Olli Rehn, recordó en un comunicado que la Unión Europea (UE) no ve ningún espacio para flexibilizar el plan: «La única forma de evitar un default es la adopción por el Parlamento (griego) de un programa económico revisado», afirmó.
En la calle, el clamor era general.
«No a las medidas de miseria social. Ya basta. No podemos más», afirmaba una pancarta desplegada frente a la sede en Atenas de la GSEE, principal central gremial del sector privado. Iamando, una manifestante de 36 años, denunciaba las presiones: «No queremos el dinero de Europa.
Déjennos tranquilos por favor», dijo a la AFP. Se trata de la cuarta huelga general del año y la primera de 48 horas (las otras fueron de un día), convocada por las dos mayores centrales del país: GSEE y Adedy (funcionarios públicos).
El movimiento paralizaba los transportes públicos de Atenas, con excepción del metro, que los sindicatos decidieron mantener en funcionamiento para facilitar el acceso a los puntos de concentración.
En El Pireo, el puerto de Atenas, de donde zarpan los barcos hacia la mayoría de las islas griegas, el principal gremio de marinos no convocó a la huelga para evitar perturbar el comienzo de la temporada turística.
EN NÚMERO
110
Mil millonesde euros aportaron el año pasado la Eurozona y el FMI para rescate economía griega.

