El órgano de dirección del Sistema Dominicano de Seguridad Social no se reúne de manera ordinaria desde el mes de octubre del año pasado, con excepción de la vez cuando sesionó para crear una comisión que revisaría las decisiones del gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS).
En cualquier país con adecuado ordenamiento jurídico e institucional, la paralización de la institución que fija políticas y emite resoluciones sobre el comportamiento de las administradoras de pensiones y de riesgos de salud, desataría un escándalo mayúsculo, pero aquí no ha pasado nada.
Mas insólito todavía es que la modorra de esa dependencia tripartita tendría su origen en una supuesta confrontación entre su presidente ex-oficio y ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, y el gerente general, Félix Aracena Vargas, en torno a la interpretación de la ley que crea el CNSS.
Sin importar explicaciones que ofrezcan ambos incumbentes sobre la paralización del órgano rector de la Seguridad Social, lo menos que puede decirse es que se trata de un acto de irresponsabilidad y de soberbia compartida, que obra en detrimento de un muy vulnerable Sistema de Seguridad Social.
Cabe destacar que ha sido el doctor Mónico Sosa, miembro del Consejo Directivo del CNSS, quien informó a Listín Diario sobre parálisis de esa instancia, además de notificar mediante acto de alguacil al presidente Luis Abinader, sobre la situación.
El CNSS está integrado por 17 miembros titulares con un suplente cada uno, que representan a los sectores Gobierno, empleador, laboral, salud, profesionales y técnicos trabajadores de microempresas, y desempleados, discapacitados e indigentes, pero la parálisis es atribuida a desavenencias entre delegados oficiales.
Ese órgano no ha vuelto a sesionar a pesar de que se han desatado controversias alrededor del sistema pensional (AFP) y de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), como si los pleitos o ambiciones de dos funcionarios fueran más importantes que el ahorro y la salud de los dominicanos.
Lo menos que se puede reclamar al presidente Abinader es que ponga fin de inmediato a ese bochornoso episodio, que refleja inaceptable negligencia, inobservancia e irresponsabilidad de quienes han paralizado al Sistema Dominicano de Seguridad Social.