1.-La peor enfermedad del ser humano es nunca admitir sus errores. Para encubrirlos recurre a lo que se denomina mala conciencia, mecanismo que le permite justificarlo.

2-Soy testigo y víctima de ese proceso desde que recuerdo, y el listado es tan largo, que no voy a agobiar a los lectores. Me limitaré a algunos ejemplos.

3.-En el caso de los divorcios y luchas por custodias infantiles; de las campañas de descrédito, en el trasfondo generalmente existe una historia de terror. Ud. no puede, cuando su esposa se acuesta en el piso, ya próxima a dar a luz, (porque no aguanta el dolor de espalda), poner sus patas sobre su vientre y comentar sádicamente, lo fácil que sería matar a la esposa y su criatura si Ud. se le parara encima.

Esa psicopatía, es demencial. Y usted no puede, (creo que único caso en la historia nacional), cuando ella reacciona, apelar a su embajada para que le “proteja” del “poder de su esposa”. Caso único y risible en los anales del país, que también evidencia una enfermedad mental galopante que tienen que evaluar los psiquiatras, no el sistema jurídico.

4.-En el plano laboral, mi abuela recomendaba practicar la “Ley de Peter”: “No hacer tan poco, ni tanto, que ponga en evidencia el colectivo”, algo que nos no llama la atención, no distinguirnos.

Lamentablemente, si Ud. fue educada con una ética de trabajo, o posee una educación superior, inteligencia y creatividad, es prácticamente imposible no distinguirse, y ahí comienzan los problemas; las justificaciones de quienes necesitan hacerle desaparecer para borrar la evidencia de su medianía, o deshonestidad.

5.-Entiéndase que si alguien aspira a ocupar su empleo, primero tiene que desacreditarle, y si logra desplazarle, permanentemente justificar sus acciones. Así, desvestir un santo para vestir otro, desestabilizando a una madre y sus hijos para beneficiar los propios, transcurre sin sanción moral. Eso se llama mala conciencia.

6.-La situación se agrava si usted sustituye a una persona corrupta y sin escrúpulos, con un historial de desmanes. Las trapisondas estarán a la orden del día, porque ese individuo tiene que defenderse, crear expedientes falsos y mala fama. Resumiendo, acusar al otra u otra de lo que adolece.

7.-Si las calumnias no prosperan, entonces se apelará al aparato burocrático, el cual intentara acorralar a la persona -asediada- posponiéndole el pago de servicios básicos indispensables. También, incitando a la desobediencia al personal con que labora, boicoteando el trabajo que se realiza. Eso se llama mala conciencia.

8.-Terminamos este 2023, con profundos sentimientos de duda sobre la lucha por una dominicanidad sana, en un país tan maleado por el maltrato y enfermedades mentales. Será ya hora de retirarse hacia la luz?