Debo estar envejeciendo, y lo digo porque realmente me asombra el afán político. Veo los debates televisivos, que aquí no son debates sino meras exposiciones y tengo que sonreír, porque nadie se atreve a formular las preguntas reales, o a decirle a personas cuyo historial todo el mundo conoce que no les falten el respeto a la memoria, o a la inteligencia.
Y hablando de respeto a la memoria: toda América Latina aprendió con la experiencia de Nicaragua y la primera derrota del Frente Sandinista el uso político de las encuestas. Para que Ortega aceptara participar en unas elecciones generales, ostentando un poder que se había ganado con las armas, se prepararon encuestas que lo declararon como absoluto ganador del certamen, lo que la votación popular desmintió y el resto es historia conocida.
Le ha llevado a su esposa, reconocida no tanto como poeta sino como practicante del ocultismo, la visita a muchos altares, y la creación de uno gigantesco en su casa, el retorno de Daniel Ortega al poder,a pesar de las acusaciones de su hijastra de acoso sexual y del asombroso comportamiento de la madre.
Las encuestas pues son un instrumento de la guerra electoral, como lo demuestra el caso de Dilma Rousseff, compañera detenida y torturada casi a morir, quien conoció a su pareja en la tortura, a quien no se le ha demostrado un acto real de corrupción, pero a quien se le orquesta un golpe de estado institucional vía las encuestas. Otro ejemplo de cómo se manipula la opinión publica con cifras, de minorías que supuestamente representan el corazón del pueblo.
Como he dicho antes, no creo en las encuestas, creo en el trabajo, en la honestidad y en la ternura, al margen de las filiaciones políticas, y quien demuestre esas cualidades tiene mi respeto, independientemente de mi voto, que como todos saben pertenece a una tradición transforrmadora, representada por la casilla 26, donde están Guillermo Moreno y mi compañero Fidelio Despradel, hombres probos, en la Casilla 26. Tambiénjóvenes que quieren lo mejor para la ciudad, como Luis Salazar, candidato a Regidor; Claudio Caamaño, a Diputado y desde luego mujeres excepcionales como Mary Cantisano, Aura Celeste, Angela Henriquez, Doralisa Santos y Jean Marie Delgado, como Diputadas; entre muchas otras candidatas de la Alianza para un nuevo rumbo político en el país.
Por eso yo no me confiaría tanto en las encuestas. El corazón de la yautía solo lo conoce el cuchillo, y el corazón de la gente guarda su cariño y su respeto para el día en que, de manera secreta, llene las tres boletas diseñadas fácilmente para su votación: Guillermo Moreno, Wellington y Aura Celeste.