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Legendario periodista calló homicidio

Legendario periodista calló homicidio

La prensa internacional destaca que a sus 84 años, el famoso escritor y periodista Gay Talese habla sobre su bizarra amistad con Gerald Foos -el dueño de un motel de Denver, en Colorado- en su último libro, «El motel del voyeur», anticipado por el semanario New Yorker.¨ Talese, uno de los fundadores del «nuevo periodismo” junto con Truman Capote y Tom Wolfe, fue amigo del dueño de un sórdido motel que espiaba a las parejas en las habitaciones alquiladas, sus escritos como un reportaje sobre el resfriado de Frank Sinatra han sido objeto de estudio en las universidades.

La Vanguardia de España destaca que la publicación de ‘El motel del voyeur’ ha supuesto un debate sobre los límites éticos del periodismo. El escritor fue cómplice del delito continuado de Foos y no informó en ningún momento a las autoridades pertinentes.

Tener esa información era un material muy sensible y el afán por conservar la exclusiva habría sido suficiente para guardar el secreto.
Cuando finalmente cuenta los datos en el libro ya han pasado 36 años de los hechos, por lo que cualquier delito quedaría prescrito.
Como si fuera poco polémica la historia que narra Talese, la publicación días después de unas controvertidas declaraciones, en las que Talese afirmó que ninguna escritora le había influido en su juventud, palabras que fueron vistas como un desprecio hacia las mujeres. En pocos minutos se formó una avalancha en las redes sociales recomendando a Talese numerosas grandes novelistas féminas.

El país.es afirma que es un impresionante asalto a la privacidad de los huéspedes y también larazon.es refiere que lo que hizo Talese fue “mirar por la cerradura ajena” y ABC.es resalta que “el maestro del periodismo protegió a un voyeur durante décadas.

Destaca una entrevista de hace dos años en la que dice que: “Yo siempre escribo mis historias de la misma manera. Me pregunto quiénes son sus protagonistas, de dónde vienen, qué hicieron para llegar aquí. Y después qué pasó, y después qué pasó… Es todo lo que hay que hacer”. El maestro del «nuevo periodismo» aplicó el mismo método durante 36 años con Gerald Foos, el dueño de un motel de carretera en Aurora, en Colorado.

El resultado aparece en la revista The New. Su publicación ha puesto a Talese en el centro de una polémica sobre los límites y la ética del periodismo: Foos era un «voyeur» que cada noche espiaba la vida sexual de sus huéspedes e incluso aseguró ser el testigo de un asesinato. Talese conoció su historia en 1980 a cambio de garantizarle la confidencialidad.

Durante los siguientes quince años, hasta que vendió su motel, Foos continuó vulnerando la privacidad de quienes visitaban el motel. Talese, que mantuvo el contacto con el «voyeur», era consciente de ello. ¿Debió haberlo denunciado o hizo bien en mantener la confidencialidad de su protagonista?, pregunta ABC.es

Las críticas le han llovido, Isaac Chotiner, dice en la Pizarra que el artículo es un fracaso de la ética periodística y una ventana reveladora del carácter de Talese, aunque resalta que su narrativa es fascinante.

Durante décadas, el periodista no contó que había sido invitado a practicar el voyeurismo junto con él, ni mucho menos que una vez el mismo propietario le confió haber visto con sus propios ojos el homicidio de una de sus huéspedes.

Relato sórdido

El relato de Talese no es sólo sórdido. «Implica importantes cuestiones de ética periodística y legal», dijo el experto en medios del Washington Post, Paul Fahri: «¿Cuál es la responsabilidad de un reportero cuando sabe de un delito?».
«¿Debe denunciarlo a la policía traicionando a la fuente que tuvo confianza en él? ¿O estar callado hasta que esté dispuesto a escribir todo lo que descubrió?», agregó.

En el caso de Talese pasaron años, incluso décadas. El propio escritor, que firmó haber sabido del delito seis años después de ocurrido, admitió en el texto publicado por el New Yorker que tuvo un problema de conciencia. «Pasé noches insomnes preguntándome si debía denunciarlo.

Me dije, al final, que era demasiado tarde para salvar a la víctima. Pero me sentía un poco como un cómplice, habiendo mantenido en secreto tanto tiempo el secreto de Foos», aseguró.

El director del New Yorker, David Remnick, defendió el silencio de Talese y la decisión de publicar ahora: «El no fue un ‘testigo’ del asesinato. No en la sustancia, ni en los hechos. Leyó el relato en el diario que Foos le entregó seis años después. Para nosotros no hay problemas éticos».

El dueño del motel había tenido un papel indirecto en el asesinato: había visto en una habitación a una pareja de distribuidores de droga y se introdujo en su habitación para eliminar la partida de estupefacientes.

Cuando el traficante volvió, sospechó de su novia: hubo una pelea, y él la estranguló. Foos le dijo a Talese que lo había visto todo.

El motel del voyeur

Es sobre un hombre extraño llamado Gerald Foos, que opera un motel en Colorado y que con la ayuda de su esposa modifica muchas de las habitaciones para espiar a los huéspedes desde el techo.

A pesar de que ser excitado sexualmente por su espionaje, también es intelectualmente curioso, ya que registra meticulosamente detalles sobre la vida sexual de los ocupantes y cree conseguir gran cantidad de conocimiento sociológico.

A medida que la historia evoluciona desde 1960 hasta 1990, es testigo y cataloga cambios sociales, como un aumento de las parejas inter raciales, que son convincentes pero al final sorprendente y nunca reveladora. El interés real de la pieza de Talese, en otras palabras, es el propio Foos.
“Talese tenía la obligación como ciudadano para revelar peligrosa conducta ilegal Foos ‘espeluznante’, y no lo hizo”, Isaac Chotiner.
Foos escribió a Talese en 1980, esperando que alguien cuente su historia sin revelar su nombre.

En 2013, Foos había vendido el motel y quería «salir a bolsa» con su historia. El plazo de prescripción, razonó, lo protegería de demandas o cargos criminales. El acuerdo de confidencialidad firmado por Talese fue anulado por Foos.

El artículo de The New Yorker, que es un extracto, Talese escribió un libro sobre el tema, que saldrá este año a partir de Grove / Atlantic, que incluso pagó a Foos algo de dinero por su trabajo. (Montaje posterior del motel por espionaje óptimo no podría haber sido barato.)

Gay Talese

Nacido en Ocean City, 7 de febrero de 1932, Gay Talese periodista y escritor norteamericano de ascendencia italiana, se inició en la escritura a los 15 años escribiendo las crónicas de cada partido al diario local a sugerencia de su entrenador.

El Nacional

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