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Leonel: tres contra uno

Leonel: tres contra uno

Manuel Fermín

Ha querido la historia política del país que tres presidentes de la República encadenen sus intereses en una suerte de alineamiento de los astros, para enfrentar a Leonel.

Hipólito, líder del extinguido grupo, sin afiliados reales, “el PPH”, siempre con actitud provocadora, sin virtudes y cargado de contradicciones; Danilo Medina es más reservado y menos expresivo que Mejía en su documentada animadversión a Fernández, pero ambos aman y desean hacerle la vida política imposible, y así se refleja en sus actitudes, veladamente en el caso de Medina, y de forma muy explícita en la de Mejía. Además, es bien conocida su oleada de propaganda sucia contra este político profesional que “olvida y perdona”.

Por tanto, la antiejemplaridad, y un danilismo sometido a los fogonazos del Ministerio Público; ambos con liderazgos muy personalistas; y por parte del presidente Abinader, sus políticas de gobierno deshilvanadas, sin planes, y aquejado de anemia ejecutoria, pero que aún así se ha convertido en auténtico líder por el estatus alcanzado de presidente de la República, hacen una realidad con enredo. Por esto el nerviosismo en el PRM es evidente.

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“No pinta bien”, pues los temores se traducen en el retroceso en la calidad de los servicios, y los precios de los combustibles, electricidad, alimentos y medicamentos, han ido embalsando el disgusto. Sin embargo, las encuestas le posicionan puntero cómodo.

El tacticismo de Leonel se enfrenta al mayor reto político, su gran duelo: luchar contra los odios de los expresidentes, que andan en pareja como artífices del canibalismo político, y el presidente Abinader con su versión de gobierno coloquial permanente y dadivoso.

Tres contra uno,lanzando golpes contra la soberbia modestia e ideas modernizadoras de Fernández. Pero todo ello abre el camino para un discurso estructurado en una alianza opositora que se organiza para recordar desatinos y gente que gobernó con “redes” el Estado.