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Los Tigres del Licey lamentan fallecimiento de Rafael Ávila

Los Tigres del Licey lamentan fallecimiento de Rafael Ávila

Rafael Ávila falleció en Miami a los 92 años.

El Club Atlético Licey lamenta profundamente el deceso del legendario hombre de béisbol, Rafael Ávila, quien durante décadas estrechó lazos con la organización con sede en la capital dominicana.
Ávila falleció a los 92 años de edad, padecía de alzheimer hace unos años y residía en Pembroke Pines, en las afueras de Miami, Florida.

“Don Rafael fue un ser humano extraordinario. Luchador incansable, conocedor del juego como el que más, quien junto a su esposa Gloria criaron una familia ejemplar. A su paso por el Licey dejo muchas enseñanzas, relaciones y sabiduría .Siempre estará en nuestros corazones. Se fue otro roble de nuestra gran familia azul”, expresó Miguel Ángel Fernández, otrora presidente del club y actual tesorero.

Ávila fue el descubridor de grandes estrellas como los hermanos Pedro y Ramón Martínez, Pedro Guerrero, José Offerman, Henry Rodríguez, Raúl Mondesí, Pedro Astacio, Mariano Duncan, José Vizcaíno y Balbino Gálvez, entre otros.

El experimentado hombre de béisbol mantuvo relaciones con los Tigres del Licey por más de tres décadas, desempeñándose como gerente general, asistente del presidente, coach y en ocasiones dirigió el combinado azul.

Gracias a su estrecha amistad con Monchín Pichardo, logró que los Dodgers de Los Angeles, enviaran al país los más destacados novatos de las décadas del 70 y 80, lo que le dio oportunidad a los felinos para ganar varios campeonatos de invierno, así como corona en Series del Caribe, en diferentes países.

También, la leyena de la franquicia angelina, fundó y construyó la primera academia de Grandes Ligas en el país, con el apoyo de su amigo Peter O’Malley, ex dueño de los Dodgers. Eso ocurrió en 1987.

UN APUNTE

Gran scout
Fue contratado por los Dodgers de Los Ángeles en el 1970 como scout para Latinoamérica y se involucró en el desarrollo de la disciplina en el país. Exaltado como propulsor en 1996 al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

El Nacional

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