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Galletas mocanas: 58 años de tradición artesanal

Galletas mocanas: 58 años de tradición artesanal

Moca (Provincia Espaillat).- En el corazón del Cibao, entre los aromas dulces del horno y el eco de una historia familiar que se niega a apagarse, se conserva una tradición que ha pasado de generación en generación: las emblemáticas galletas mocanas, elaboradas en la histórica Panadería Rosaura.

La historia de este ícono mocano comenzó en 1967, cuando doña Rosaura García de Rodríguez, tras perder su empleo en una panadería local, decidió junto a su esposo don Octavio Rodríguez Cuevas levantar su propio negocio. Fue en el patio de su casa donde instalaron un pequeño horno artesanal dando origen a una empresa que más tarde se convertiría en símbolo de orgullo local.

El legado panadero ya corría por las venas de la familia, iniciado con el abuelo de doña Rosaura, Marcelino Ruiz, quien transmitió los secretos de la masa y las fórmulas que, con el paso del tiempo, darían vida a las galletas de manteca más reconocidas de Moca.

Galletas mocanas: 57 años de tradición artesanal
Las galletas enPanadería Rosaura se siguen haciendo a mano, como en sus primeros días./ Foto Chaimy Soriano.

El arte de lo auténtico

Desde entonces, la esencia del producto no ha cambiado. Las galletas se siguen haciendo a mano, como en sus primeros días.

“Mi madre siempre nos enseñó que lo más importante no era la propaganda, sino mantener la calidad”, recuerda Juan Francisco Rodríguez, uno de los hijos de doña Rosaura. “No hay algo que valga más que conservar el mismo sabor desde que se inició”.

Cada galleta pasa por un proceso artesanal: la masa se mezcla con manteca de cerdo, se forman bolitas y se aplastan una a una antes de entrar al horno.

“Si las metemos en una máquina, pierden la calidad. Las galletas deben hacerse con las manos, como siempre”, afirma Juan con orgullo.

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Diariamente se hornean más de 27,000 galletas, unas 900 fundas que salen al mercado con un costo de RD$150 cada una e incluyen 32 galletas.

El empaque conserva un sello distintivo: un versículo bíblico que acompaña a cada funda. “Mejor es lo poco del justo que la riqueza de muchos pecadores”, cita don Octavio, reflejando la fe y los valores que doña Rosaura dejó como legado.

Galletas mocanas: 57 años de tradición artesanal
Los hermanos Juan y Octavio Rodríguez resaltan que, además del sabor, al pasar del tiempo mantienen los valores inculcados por su madre./ Foto: Chaimy Soriano

Trasciende generaciones

Hoy, más de medio siglo después, Panadería Rosaura sigue siendo un negocio familiar que abarca tres generaciones y prepara a la cuarta para continuar la tradición.

“Comenzó mi abuelo, siguió mi madre y ahora estamos nosotros. Ya mi hijo está aprendiendo el oficio y asumiendo responsabilidades”, explica Juan. La familia ha sabido mantener no solo el sabor, sino también valores como honestidad, trabajo, fe y constancia.

Galletas mocanas: 57 años de tradición artesanal
Fachada de la Panadería Rosaura, ubicada en Moca./ Foto Chaimy Soriano

Un sabor que viaja lejos

Con los años, las galletas mocanas se han convertido en parte de la identidad cultural dominicana. Su sabor ha cruzado fronteras, llegando a comunidades dominicanas en Estados Unidos y hasta a campos de guerra en Kuwait, donde un soldado fue visto comiendo las famosas galletas de doña Rosaura.

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Una fotografía de Rosaura García de Rodríguez junto a su esposo Octavio Rodríguez Cuevas (ambos ya fallecidos) figura en las instalaciones de la panadería.

“Hay quienes vienen desde lejos solo a comprarlas. Dicen que si vienes a Moca y no pruebas nuestras galletas, es como si no hubieras venido”, comenta Juan.

La panadería también se ha convertido en un punto de encuentro para figuras destacadas. Entre sus visitantes han estado artistas como Johnny Ventura, Cuquín Victoria, Boruga y Freddy Beras Goico, así como el presidente Luis Abinader, considerado amigo de la familia.

Tradición y modernidad

Mantener la receta original es un compromiso familiar, pero la modernización llega a los hornos y maquinarias, que agilizan la producción sin alterar el sabor artesanal. Además, están renovando los despachos y creando espacios más cómodos para los clientes, con áreas de café y atención directa, en un esfuerzo por combinar tradición y modernidad.

Desafíos

Mantener viva la panadería durante 58 años no ha sido fácil. Desde la escasez de recursos hasta la presión del mercado, la familia ha sabido superar obstáculos sin perder la esencia. 

Uno de los panaderos muestra las emblemáticas galletas de manteca, recién enfundadas./ Foto: Chaimy Soriano

“Lo que yo le sugiero a la juventud que hoy en día está emprendiendo en negocios es que las cosas sean serias. La honestidad, la seriedad y la constancia de levantarse día tras día con el objetivo puesto en la cabeza son fundamentales”, afirma Juan, asegurando que el orden debe ser “primeramente Dios y después tu emprendimiento”.

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Panadería Rosaura no es solo un lugar donde se hornean galletas; es un espacio donde la tradición, la fe y el esfuerzo diario se entrelazan, conservando vivo un legado que sigue conquistando generaciones dentro y fuera de Moca.

Por Anibelca Martínez y Yesika Florentino

Con esta historia, El Nacional Digital concluye la tercera temporada de Platos y Sabores, una serie que procura resaltar la gastronomía dominicana en todas sus versiones… hasta la próxima.