Los agentes de la Policía que participaron en la aparente ejecución de dos militares y un civil en un operativo en la 30 de Mayo se convierten, con la acción, en blanco de sospecha.

La Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) había informado que los miembros de la Armada Sandro Miguel García y Nicolás Eladio Butten, así como el civil Michael José Constanza Piña murieron en un intercambio de disparos con una patrulla que los ubicó en una cabaña del kilómetro 12 cuando supuestamente planificaban acciones criminales.

Pero de inmediato en las redes circuló un video que muestra cuando los supuestos pandilleros fueron capturados e introducidos en una guagua de la Policía.

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Los familiares de las víctimas han solicitado, con razón e indignación, que se ordene una exhaustiva investigación sobre lo que definen como vulgar ejecución.

Con una imagen tan deteriorada como la que tiene la Policía muchos piensan que los militares y el civil serían ejecutados para evitar que mencionaran a otros integrantes de la alegada pandilla a la que se dice pertenecían.

La Policía dijo que los tres integraban una estructura criminal dedicada al robo, extorsión, cobros compulsivos, secuestros, tráfico y comercialización de drogas y armas de fuego, sicariato, falsificación y otros delitos.

A la Policía no le queda más que efectuar una investigación para despejar las sospechas generadas por los sucesos del 30 de Mayo.