Deportes Siempre con la verdad

Nuestra dirigencia deportiva: Reflexiones de Semana Santa

Nuestra dirigencia deportiva: Reflexiones de Semana Santa

Ramón Rodríguez

Como ente social, siempre hay un espacio de reflexión que nos permite hacer un balance de nuestras acciones que deben corresponderse seriamente con las aspiraciones de tener una mejor sociedad.
No soy devoto, ni asisto a ninguna iglesia, pero estoy convencido que no ha pisado esta tierra, una persona que haya tenido la capacidad de amar con tanta devoción como Jesús de Nazaret.

Estos días de asueto de Semana Santa, nos hacen recordar el viacrucis de Jesús, su muerte en el calvario, pero, sobre todo, su capacidad para perdonar, como lo hizo con María Magdalena.

Es una tradición en esta fecha tan significativa para la humanidad, reflexionar sobre temas medulares que impactan a nuestros niños y jóvenes. Siempre reflexiono sobre el deporte en sentido general, específicamente sobre la dirigencia del Comité Olímpico Dominicano.

Desde la celebración de los Juegos Centroamericanos de 1974 en nuestra patria. Nuestro deporte dio un paso trascendente y los avances han sido significativos ¿Quién diría que unos años después de ese evento, estaríamos desplazando a Cuba en algunas disciplinas deportivas? ¿Quién se iba a imaginar que tendríamos un equipo nacional de Voleibol, dentro de los diez mejores del mundo? ¿De qué material están hechos nuestros: Félix Sánchez, Marileidy Paulino, Gaby Mercedes, Luisito Pie, Luguelín Santos, Audrys Nin, Medickson del Orbe, Crismery Santana y tantos que llenarían estos párrafos? Todos provienen de la estirpe de nuestro insigne Juan Pablo Duarte, quien fue nuestro primer deportista a través de la Esgrima.

Los gobiernos dominicanos han sido grandes aliados del deporte nacional, pero es de justicia significar, que el gobierno de Luis Abinader a través de la gestión del amigo Francisco Camacho, en el Ministerio de Deportes, ha hecho una inversión histórica que ha impulsado el deporte con resultados memorables hasta en eventos olímpicos.

¿Qué diablos pasa entonces, que mientras el deporte avanza nuestra dirigencia deportiva, sobre todo la olímpica, retrocede? Sobre ese aspecto hay que reflexionar profundamente. Hay que deponer la pedantería, soberbia, jactancia, arrogancia, engreimiento y el endiosamiento y asumir la humildad del más grande: Jesús de Nazaret.

Estoy absolutamente convencido de que la actitud de la dirigencia olímpica y su lucha de intereses y de egos, van a provocar una desgracia en el deporte que todos vamos a lamentar.

El presidente de la República, Luis Abinader y el ministro de Deportes, Francisco Camacho, muy bien podrían diversificar la inversión del deporte y premiar con una mayor inversión a otros sectores que exhiben más armonía como los clubes deportivos y culturales.

Cuando los dirigentes del Comité Olímpico Dominicano quieran ponerse de acuerdo, ya será muy tarde.

Por: Ramón Rodríguez
centrodeidiomaswashington@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos