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ORTO-ESCRITURA

ORTO-ESCRITURA

Sin “aparejo”,  la cultura dominicana  queda dispareja

 

Algunos solo lo conocen por su uso decorativo en restaurantes o en museos antropológicos, pero el aparejo es y -sobre todo- ha sido un instrumento fundamental de la vida dominicana por su gran utilidad para el transporte de frutos agrícolas.

Este símbolo del trabajo rural se confecciona de hojas o pajas y se forra con piel de chivo o res. Sobre el aparejo se colocan las árganas con los productos del campo y en muchos casos, si la carga es liviana, va también el trabajador agrícola. Bajo el aparejo, rozando el lomo de la bestia, se coloca la esterilla. Llamada /albarda/ en el Diccionario y considerada la “Pieza principal del aparejo de las caballerías de carga”.

El Diccionario del español dominicano define la palabra aparejo de este modo: “Montura tosca para las caballerías, hecha de junco, hojas de plátano o majagua”. Montura no es solo el animal, sino también el conjunto de los arreos.

El Diccionario académico da un tratamiento diferente al vocablo aparejo. Mientras para nosotros este sustantivo solo sirve para identificar una pieza para preparar el animal de carga, en el español general tiene un empleo amplio. Veamos algunas acepciones:

m. Preparación, disposición para algo. 2. m. Prevención de lo necesario para conseguir un fin. 3. m. Arreo necesario para montar o cargar las caballerías. 4. m. Conjunto de objetos necesarios para hacer ciertas cosas. (arreo es atavío, adorno).

Por igual, el verbo /aparejar/ aparece con varias acepciones, la tercera de las cuales se corresponde con el único uso que le damos aquí. Veamos:
tr. Preparar, prevenir, disponer. U. t. c. prnl.2. tr. Vestir con esmero, adornar. U. t. c. prnl.3. tr. Poner el aparejo a una caballería.4. tr. Mar. Poner a un buque su aparejo para que esté en disposición de poder navegar.

De modo que el sentido es tan amplio que bien puede alguien aparejar un caballo de silla. Pero entre dominicanos esa frase sería una herejía lingüística. Para el caballo de montar hay otro verbo: ensillar. En este caso el aparejo se llama silla.

Aparejar la montura conlleva ceñirla con una soga que da la vuelta al cuerpo y se ata en la barriga. Es la cincha, pero falta una pieza. Consiste en un trozo de soga cuya única punta se ata al aparejo y el otro extremo en forma de círculo, forrado de tela, se colocaa bajo el rabo del animal.
El Diccionario académico la llama grupera (de grupa) y la define así:

1. f. Almohadilla que se pone detrás del borrén trasero en las sillas de montar, sobre los lomos de la caballería, para colocar encima la maleta u otros efectos que ha de llevar a la grupa. 2. f. baticola.

Baticola tiene esta definición: f. Correa sujeta al fuste trasero de la silla o albardilla, que termina en una especie de ojal, donde entra el maslo de la cola, y sirve para evitar que la montura se corra hacia adelante.

En el habla dominicana, este utensilio se conoce como “gurrupela”, que obviamente es deformación del nombre original y se recomienda ser corregido.
Ahora, con aparejo, que nadie intente, pues sin aparejo, nuestro léxico andaría disparejo.

El Nacional

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