¿Es que el acrónimo “amet” se convierte en sustantivo?
Las palabras del español proceden mayormente del latín, aunque parte considerable viene del griego (acrónimo, ortopedia). Otras voces nos han llegado del italiano (soprano, espagueti), del árabe (aljibe, almohada) y del inglés (blíster, pícher, baipás, jonrón) o del francés (chofer, coñac). Unas pocas se han formado mediante acrónimos, que consiste en una sigla que puede pronunciarse como una palabra. Se forma con las iniciales de una expresión o juntando elementos de dos o más palabras, como informática.
Ejemplos muy conocidos de acrónimos son láser (Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation), papa (Petrus apostulus princep apostolum), Sida (Síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
En menos de un cuarto de siglo, los dominicanos hemos hecho aparecer una palabra a partir de la sigla de Autoridad Metropolitana de Transporte, la cual ha preferido el acrónimo Amet en vez de la sigla AMT. Se observa una acentuada tendencia a emplear el vocablo “Amet” como un sustantivo para nombrar un agente de tránsito. Clara Alexandra –de 9 años- me corrigió porque me referí a una mujer uniformada que dirigía el tráfico como “esa policía”. La nietita dijo que no era una policía que era una amet.
Tengo muchos ejemplos de uso de Amet como un sustantivo. El de mayor autoridad corresponde a un editorial del periódico HOY: “Las violaciones de las reglas de tránsito se cometen aquí en las narices de las autoridades, que no se sienten lo suficientemente respaldadas como para hacer su papel. Hace poco un “Amet” fue conminado a pedirle excusas a una fiscal a la que llamó la atención por violar la ley al aparcar su vehículo sobre la acera”. (Editorial HOY, 18-9-16).
Otros ejemplos:
1-Amet atropellado; el conductor espanta la mula. El agente de tránsito fue identificado como Amador Guzmán, …
2-En el reciente incidente que involucra un Amet y una fiscal se prueba el irrespeto a la autoridad y el escaso valor que la sociedad le otorga a la investidura del policía. (Artículo de Juan Tomás Taveras).
3-Al Amet se le violó el debido proceso al ser sometido ante un tribunal penal sin ninguna evidencia ni testigos, (articulista periódico digital).
4-En intersecciones donde los semáforos sí están averiados, los AMET cuando dirigen el tránsito, se hacen de la vista gorda, y los conductores hacen lo que les venga en ganas.
5-Algunas personas consultadas sostienen que cuando los AMET sustituyen los semáforos, la capital y la provincia Santo Domingo se tornan caóticas por los tapones que se originan por doquier.
6-La ira se apodera de los conductores, y dicen que los AMET si ven tapones en zonas donde no hay semáforos o hay instalados y se han averiado, se hacen los sordos y ciegos
7-El Amet poniendo un tique (pie de foto).
8-Yo quiero saber de dónde diablo son los amet…. Ya que yo veo que ellos dan multas a los dominicanos que apena cobran un suerdo de miseria… (comentario de un lector nota publicada en digital).
9-Y no hay multa para los amet cuando hacen tapones en vez de aligerar el tráfico (comentario al pie de nota).
10-estúpido Amet (cometario ante actitud de un agente que le puso multa)
11-Amets piden comprensión a conductores.
Hemos visto el vocablo antecedido de artículos (el, un, los) y sustituido por un pronombre (ellos) y por igual modificado por un adjetivo (estúpido) lo que evidencia que en los ejemplos citados se habla del Amet como una persona, no la institución. Es obvio, entonces, que en cada caso la palabra debió escribirse en minúscula: un amet, el amet, los amets. Pero el plural (¡ay, el plural!) no está claro y el espacio se agota. Hemos de volver.