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ORTO-ESCRITURA

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Multiplicación de las palabras

 

El estudio de la estructura interna de las palabras corresponde a la rama de la gramática que se denomina morfología, la cual incluye las variantes que presentan las palabras, los segmentos que las componen y la forma en que se combinan. Este apunte es importante para comprender que esta rama de estudios se divide en morfología flexiva y morfología léxica o derivativa.

La morfología flexiva se refiere a variaciones de la palabra que implican cambios de contenido de tipo gramatical (género, número, caso) cuando se refiere a sustantivos y adjetivos; modo, persona, tiempo, número, cuando se trata de verbos. Con la morfología flexiva se obtienen variantes gramaticales de una palabra que no tienen entradas en el diccionario.

Del verbo dormir, por ejemplo, tendremos entre otras variantes flexivas: duermo, dormimos, durmieron, durmiera, dormiré, durmiendo…mientras que con la morfología léxica obtenemos realmente nuevas palabras: dormitorio, dormida, dormidera, dormidero, dormitiva, dormilón, dormido, durmiente.

Este ejemplo ilustra de como a partir del verbo dormir hemos obtenido por derivación un grupo de sustantivos (los primeros cinco) y uno de adjetivos (los tres últimos). A propósito de la derivación de sustantivos, vale referir que la palabra base para formar un nuevo sustantivo puede ser un verbo, un adjetivo u otro sustantivo. Entre los patrones más productivos, la Gramática académica cita los siguientes:
Ejemplos con verbos: Comprar + a > compra, caminar + ata > caminata, asesinar + ato > asesinato, hartar (se) + azgo> hartazgo, rendir + ción> rendición, llamar + da > llamada, matar + dero> matadero.

Un amplio grupo de verbos prestan sus bases para formar sustantivos con la terminación – miento, la cual resulta tan productiva como – ción. La terminación miento varía en -mento. Ejemplo: Alumbramiento (de alumbrar), alzamiento (de alzar), casamiento (de casar), bastimento (de bastir, abastecer).

Ejemplos con nombres: Estoque + ada> estocada, profesor +ado> profesorado, andamio +aje > andamiaje, califa +ato > califato, pera +al > peral, pelo + ambre> pelambre, vela + amen > velamen.
Ejemplos con adjetivos: Bobo + ada> bobada, bueno + dad > bondad, manso + edumbre> mansedumbre, tonto + ería > tontería, viejo + ez> vejez.

La que antecede es solo una breve porción de las terminaciones o sufijos que permiten formar sustantivos deverbales, deadjetivales o denominales que aparecen en la página 338 de la Gramática.

Hay terminaciones para indicar ocupaciones (panadero, soldador, modista, oculista) tendencias y doctrinas (marxismo, platonismo, cristianismo), actitudes y cualidades personales (atrevimiento, mecenazgo, finura, imbecilidad), lugares para determinadas cosas (caserío, basurero, comisaría, gasolinera).
El sufijo –ero/era comparte con –dor/dora el privilegio de ser los más productivos en nombres de ocupaciones y oficios. De acuerdo a estos patrones aplicamos a algunos extranjerismos adaptados las terminaciones que nos permiten crear nuevas palabras. Así tenemos:

a) Blog (del inglés, sitio web personal) ofrece bloguero y bloguera (persona que crea o gestiona un blog).
b) Tuit (también del inglés, mensaje digital enviado a través de la red Twitter) ofrece el adjetivo tuitero (que envía tuits) y el verbo tuitear (comunicarse por medio de tuits).

c) De rap (estilo musical de origen africano), rapero (quien realiza este tipo de música). Pueden apreciar en bloguero, tuitero y rapero la terminación correspondiente a quien realiza determinada labor, igual que panadero, peluquero, jornalero, tabaquero.

Las derivaciones siguen a veces caminos caprichosos, aunque marcados por las pautas gramaticales. Es el caso del sustantivo pan, del cual deriva panadería (lugar donde se fabrica o se vende pan), panadero (quien lo hace y quien lo vende), panera (recipiente para poner pan), pero nunca llamamos panería -parece lógico que así fuera- al sitio donde se procesa el pan ni panero o panera a quien lo vende. Esta tendencia es propia del universo de los hablantes del español.

(Tomado de mi discurso de ingreso a la Academia Dominicana de la Lengua)

El Nacional

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