Al celebrarse hoy el Día del Periodista la ocasión es propicia para reflexionar sobre la evolución de un tiempo a esta parte y los desafíos de la noble profesión.
Podría decirse que hubo una época en que la principal amenaza para que los periodistas cumplieran con su misión de informar y orientar a la ciudadanía era de tipo externa.
Había mucha inseguridad para la integridad física, pues la intolerancia del poder político limitaba un ejercicio responsable del periodismo. Muchos perdieron la vida.
Pero superados los riesgos del pasado, los periodistas no tienen más amenazas que la ética y la capacidad profesional. Informar sin criterio, como se estila en las redes sociales, no es periodismo, aunque se haga con apego a técnicas de redacción.
El desafío de este oficio en la actual etapa de evolución y desarrollo de los medios de comunicación está en los propios periodistas.