La presidenta de la Cámara de Cuentas, Emma Polanco, dijo que esa institución proyecta realizar 240 auditorías a instituciones gubernamentales, de las cuales publicarían cerca de un centenar antes de concluir el año, lo que significaría un cambio positivo en ese órgano que ayudaría a superar desastres heredados.
En un encuentro con senadores y diputados la funcionaria presentó un informe de gestión de sus primeros cien días como titular de ese ente colegiado a cargo de la fiscalizar los recursos del Estado, período durante el cual se publicaron unas 20 auditorías, algunas realizadas durante la gestión pasada.
Preciso es advertir que la Cámara de Cuentas no se recupera aún de la crisis de reputación que la agobia desde hace tiempo, aunque se admite que con el ingreso de sus nuevas autoridades ha experimentado cierta mejoría, pero sin alcanzar la plena confianza ciudadana.
Es por eso que se recibe con un dejo de alivio la promesa de la doctora Polanco de que esa institución se propone realizar 240 auditorías este año y publicar cerca de cien, a lo que debería agregarse que esas indagaciones contables deben ser enviadas al Ministerio Público en caso de que afloren irregularidades de tipo penal.
También se aspira a que de oficio, el directorio de la Cámara de Cuentas ordene auditar a ministerios, direcciones generales o cualquier otra dependencia pública o autónoma sobre la cual el rumor público sospeche con alguna evidencia la comisión de actos de prevaricación.
La doctora Polanco reveló que unos 50 auditores estarán integrados a los trabajos de velar por el buen manejo y funcionamiento de los fondos públicos, en estricto cumplimiento de la ley, ante lo cual debería advertirse que esas pesquisas deben alejarse de lo cosmético o venalidad.
Como para despejar dudas, esa institución realiza una auditoria al Senado de la República, el poder del Estado que seleccionó a sus actuales miembros de entre varias ternas presentadas por la Cámara de Diputados, aunque se resalta que la investigación contable fue solicitada por el presidente de ese hemiciclo, Ricardo de los Santos.
Al arribar a sus cien días de gestión, la presidenta y demás miembros de la Cámara de Cuentas no deberían dormirse en sus laureles ni creer que ya se ha conjurado la crisis de reputación que enlodó a ese órgano, por lo que mejor sería aguardar por las cien auditorías que se publicarían en los próximos cuatro meses.