La ley se reputa conocida por todos” reza el viejo dicho, y desde la perspectiva del Derecho así se entiende sin mucha controversia. En la realidad no solo es la ley conocida por pocos, sino que es entendida por una pequeña fracción de la población.

Las leyes y normas que emanan de nuestro Congreso y los entes de la administración pública, son las reglas que rigen nuestra sociedad de ahí que su entendimiento por todos es de vital importancia, por ello en esta ocasión propongo la incorporar el proceso de Reglas como Código (“RaC” por su nombre en inglés) en la elaboración de leyes y normas en el sector público.

El proceso de Reglas como Código es hacer una versión en código de las leyes y normativas que pueda ser leído por computadoras, para que estas puedan ser leídas y entendidas por máquinas. La versión en código coexiste con la norma tradicional y no pretende sustituirle, pero se utiliza para crear formas de presentar la normativa que faciliten su entendimiento por parte de todos los ciudadanos.

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Este método ha sido implementado en países como Francia, España, Australia y Nueva Zelanda para ayudar a los ciudadanos a entender su elegibilidad para programas de asistencia y entender los beneficios en los planes de pensiones. Las personas no tienen que navegar hojas y hojas de normativa, o asistirse de abogados, para comprender sus derechos y les basta con entrar a las páginas habilitadas con las Reglas como Código y recibir respuestas directas a sus dudas.

En lo inmediato, esta metodología sería particularmente efectiva para el Código Tributario y su normativa complementaria, así como la Ley de Seguridad Social y la Ley de Compra y Contrataciones del Estado, que suelen ser de consulta habitual dada a su naturaleza e impacto en el día a día de los ciudadanos. Esto eleva la transparencia en las normas y la confianza de los ciudadanos en el Estado.

Si esta se incluye durante el proceso de la elaboración de las leyes y normas, esto traería el beneficio adicional de estimular la creación de estas reglas de una forma más clara y lógica, lo que tendería a reducir los errores en el proceso de redacción y minimizaría la subjetividad interpretativa alrededor de las mismas. Por lo que su beneficio no se limita únicamente a los ciudadanos, sino que sirve para asistir en el diseño de las normas.

Las Reglas como Código se han venido implementando con éxito en otros países, y entiendo que es una herramienta interesante para utilizarlas en el proceso de creación de normas como auxilio a legisladores y reguladores, pero más importante aún, para acercar las mismas a los ciudadanos y facilitar su entendimiento, lo que tiene el beneficio de reducir costos de forma general en la economía y elevar la confianza de los ciudadanos en el Estado y la calidad de como estos interactúen con este.