Las candentes movilizaciones de residentes en Juana Méndez son otro signo del inquietante derrotero de la crisis haitiana, caracterizada tanto por la violencia y la inseguridad ciudadana como por las precariedades con que a duras penas subsiste la inmensa mayoría de la población.
Antes que el recogimiento a que había llamado el líder pandillero Jimmy Chérizier (Barbecue), en la población cercana a la frontera con República Dominicana se incendiaron neumáticos y se bloquearon calles en protesta por la situación del país. Los conflictos sociales suelen adquirir una nota violenta, que por lo regular concluye con saldos de muertos y heridos.
La tensión al otro lado de la isla obliga a República Dominicana no solo a permanecer en estado de alerta, sino a tomar las previsiones necesarias para evitar que cualquier suceso repercuta en estos predios.
Puedes leer: Desalojos en Arroyo Hondo: residentes denuncian violencia

