La muerte de la joven Paula Santana, cuyo cadáver fue encontrado en un pozo séptico próximo a la zona franca donde laboraba, en Santo Domingo Este, ha generado inquietud sobre la violencia. Dos compañeros de trabajo han sido detenidos con relación al suceso.

Sin embargo, las muertes de un teniente coronel del Ejército en Hato Nuevo y de un abogado en Palavé disparan la alarma sobre la inseguridad y la delincuencia callejera.

La propia Policía reconoce que tanto el oficial Enrique Portes Díaz como el abogado Félix Alberto de Jesus (Moraíto) fueron abatidos por pistoleros.

Para llamar más la atención sobre la criminalidad el cadáver de Fabio Eduvigis Sánchez Cornielle, de 70 años de edad y quien había sido dado por desaparecido en Moca, fue encontrado en una finca con signos de violencia.

Los sucesos no pueden verse como parte de una ola criminal, sino como signos de que la delincuencia, por más que se haya reducido, está todavía lejos de extinguirse.

El coronel Portes Díaz fue abatido por desconocidos que emprendieron la fuga el martes 20 alrededor de la 1:30 de la tarde para despojarlo de su arma cuando transitaba por una calle de Hato Nuevo.

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Al abogado De Jesús lo ultimaron de varios disparos cuando compraba unas cepas de plátanos. Sin importar las reales razones, los sucesos, que por supuesto deben aclararse sin que quede el menor cabo suelto, llaman la atención sobre la necesidad de un patrullaje más riguroso para garantizar la seguridad y el orden público.