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Publica reseña sobre tragedia Río Verde 1948

Publica reseña sobre tragedia  Río Verde 1948

Emilio Nicolás Córdova Pereyra, el emblemático y querido Cuqui Córdova, ha publicado una documentada reseña histórica de la verdad de lo ocurrido en la dolorosa tragedia de Rìo Verde, Yamasá, provincia Monte Plata, el ll-0l-l948, cuando el avión D C6, se precipitò, pereciendo los 32 ocupantes, que era el equipo de béisbol amateur de Santiago de los Caballeros cuando retornaban de un encuentro en Barahona, y varios fanáticos.

El autor de este trabajo contaba once años cuando sucedió el siniestro, y recuerdo el silencio que se podía tocar de denso, que postró de dolor, angustia y llanto, a la sociedad santiaguense, sumida en un silencio de cementerio, donde se podía oir las moscas volar.

Circuló la especie de que el amo del país de entonces, el dictador generalísimo Rafael Leònidas Trujillo estuvo detrás del accidente, versión que también siempre fue desmentida en la misma proporción.
La primera versión surge de la condición de opositores a la dictadura que signaba a la gran mayoría de los viajeros del DC6 de Dominicana de Aviación, y que Cuqui desestima por las dos lógicas de que la aeronave era propiedad de Dominicana de Aviación, es decir, del dictador, que de ninguna manera se involucraría en destruir un avión de su propiedad para eliminar a contrarios suyos, cuando en tierra, el demostró que podía fácil ordenar eliminar a sus opositores, hasta fuera del país, y final, la desconfianza que generaría a usuarios en una flota de aviones comerciales de su propiedad.

Cuqui Córdova precisa en la página l8 de su reseña, la número 43 que publica, constituyéndose en el historiador deportivo con más ediciones publicadas, más nueve libros, para un total de 52 publicaciones, que el motivo del accidente consistió en un error humano del piloto de la aeronave, teniente del Ejército Nacional adscrito a la sección de aeronáutica, Ramón María Hernando Ramírez. El copiloto era José del Carmen Ramírez Duval.

El piloto decidió aterrizar en el aeropuerto de Santiago de los Caballeros, que en esos momentos presentaba dificultades para el aterrizaje debido a que la antena del aeropuerto había sido impactada el día anterior por un vuelo rasante del segundo teniente Llío Reyes Kunhart en su avión AT6, y decide entonces virar hacia Ciudad Trujillo para aterrizar en el aeropuerto internacional General Andrews, desobedeciendo las instrucciones del aeropuerto de la capital, que le ordenaba originalmente aterrizar en Ciudad Trujillo desde Barahona, no dirigirse al de Santiago de los Caballeros, como hicieron.

El desvío de la ruta ordenada al retorno, la interpretación errónea del piloto que desconociendo las condiciones montañosas de la ruta que eligió para retornar, entendió que la nave estaba próximo a Ciudad Trujillo y descendió demasiado, colisionando con las estribaciones altas del área, más las condiciones nubosas del área donde se estrelló la aeronave, y posible escasez de avtur, porque la aeronave disponía de combustible para agotar una ruta precisa, no una distancia extra, se confabularon y determinaron el siniestro, que aún conmueve la conciencia deportiva y nacional del país, a 70 años de ocurrir.

Además, y es lo más crucial, residentes en Barahona que presenciaban el choque entre los dos equipos de béisbol, atestiguan que con el triunfo del equipo santiaguense, el piloto y el copiloto celebraron en grande la victoria que acompañaron con bebidas espirituosas, empinando el codo más de lo prudente una de las causales de la tragedia aérea, sabedores que las reglas aeronáuticas prohíben a los pilotos y copilotos ingerir bebidas alcohólicas en el desempeño de sus responsabilidades conductoras de una nave.

En la tragedia de Río Verde pereció el equipo de béisbol amateur de Santiago de los Caballeros integrado por Pedro Antonio Báez Rivera, Grillo A, mánager, Aquiles Martínez, Ventura Escalante (Loro), Juan Ramón Ramos (Bombo), Juan Bautista Alvarez (Chino), Francisco del Villar (Benecito), Antonio Martínez (Tonito), Manuel Enrique Tatis (Sancho), Rafael Antonio Raposo (Papiro). Víctor Saint Claire (Papito Lucas), Miguel Rodríguez Jiménez (Boquita), Fernando Valerio (Nando), Leonte Hernández (Yeyo), José Dolores Aybar (Pepillo) Maximiliano Rivera (Puchulán), José Jiménez (Toti), Diógenes Antonio Devorax.
Carlos Manuel Rodríguez, camarero, Enrique Henríquez, fanático, Elpidio Victoria (Piro), fanático, doctor Emilio Arnaldo Cabral Guzmán, médico, doctor Belarminio López, odontólogo, Luis José Luque, cronista deportivo de La Información, doctor Luciando Hernández, odontólogo, Francisco Collado, l5 años de edad, hijo del empresario Papatón Collado, Virgilio de Peña, sastre, Alberto Tomás Estrella (Mimo), Luis Manuel Tejada, empresario, Miguel Albaine, empresario, el piloto teniente Ramón Hernando Ramírez y copiloto teniente José del Carmen Ramírez Duval, 32 en total.

Cuqui Córdova consigna que Alberto Tomás Estrella (Mimo) y Elpidio Victoria (Piro), eran hijos de los presidentes de la República Rafael Estrella Ureña y Eladio Victoria, respectivamente.
Estas 44 semblanzas deportivas escritas y publicadas por Cuqui Córdova, es propicio para sugerirle unirlas todas y presentarlas con rango de libro, que conforme al juicio del historiador Manuel Arturo Peña Batlle, libros son los que se paran solos, desertando del formato tradicional de revista que acostumbra.

La verdad de la tragedia de Río Verde es un interesante opúsculo de 40 páginas con profusión de fotos del equipo de béisbol amateur de Santiago de los Caballeros y el escenario de la dolorosa tragedia que aún a la distancia de 70 años a hoy, conmueve los cimientos emocionales del país y del béisbol criollo.

El entonces síndico de Santiago de los Caballeros cuando aconteció la dolorosa tragedia aérea, Luis Tomás Saillant, dispuso erigir un monumento recordatorio, que se observa al ingresar al cementerio de la Ciudad Corazón, en la margen izquierda, donde figuran los nombres de los siniestrados, y el poema del bardo santiaguense Ramón Suárez Vásquez, que dice:
Estadio y multitud ¡la gloria impera!

El Nacional

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