POR: Carlos Manuel Estrella
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Dos años en ACDS
El lunes 3 de febrero se cumplieron 77 años de fundación de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santiago (ACDS) y por mandato estatutario se realiza el cambio directivo bianual. Por esto, el autor concluyó su período como presidente. Es imperativo personal pasar balance de gestión y rendir cuentas del manejo de recursos económicos, patrimonio institucional y administración de una organización que, como la ACDS, tiene respeto y prestigio nacional.
En dos años se cumplió el programa de actividades habituales con la conmemoración de la tragedia del 11 de enero de 1948, premiación al atleta más destacado de Santiago, a cronistas del año, gira a Estados Unidos y cena navideña.
Fueron tareas ordinarias con características particulares mejoradas en cada ocasión, con ahorros y racionalidad en el gasto cuando disminuyeron aportes y donaciones del mecenazgo empresarial, soporte vital de realizaciones para ACDS.
Lo extraordinario desbordó lo tradicional con el cumplimiento de la oferta electoral de consolidación organizacional y capacitación, proyección del liderazgo basado en credibilidad, unidad interna y respeto al buen nombre e imagen institucional.
La característica común es que toda acción directiva fue de equipo, atravesada transversalmente por valores de ética, transparencia y responsabilidad, así como por la justicia, en sentido de dar a cada quien lo que le correspondía. Un logro material trascendente fue remodelar el estadio “César Delmonte y Consuegra”, en cuya reinauguración fue reconocido en vida el socio cuyo nombre honra la instalación, en La Barranquita.
Otra gran obra fue la reforma estatutaria que impactará positivamente con mayor control de administración y gobierno de la ACDS, disminución del presidencialismo y aumento del poder asambleísta que incluye revocación del mandato directivo.
Del manejo económico hay detallado y auditado informe, disponible para todos, que evidencia sanidad financiera y fondos disponibles para nueva directiva. ¡Que juzgue el soberano, misión cumplida!

