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RD en peligro de entrada masiva refugiados Haití

RD en peligro de entrada masiva refugiados Haití

Bandas fuertemente armadas imponen el terror en Haití, donde controlan gran parte del territorio.

Espero que haya leído mi mensaje en el periódico El Nacional del 5-11-21, página 8, con el título: “Patria y diplomacia mundial para Haití”.

Ahora le presentamos a usted y al país el balance y recomendaciones propias de la situación de mayor riesgo histórico para la vida del Estado dominicano. La prueba más alta que sólo puede superar un estadista.

¿Cuál será el propósito del imperio norteamericano y de todos los países, de la Unión Europea, de la ONU, de la OEA, con negarse, declaradamente, a ir en auxilio de Haití? Algo sin precedentes en la historia mundial moderna.

¿Qué buscan EE. UU. y sus aliados con no reconocer su responsabilidad y no dar la cara en el descalabro definitivo del Estado haitiano por obra de su intervención, especialmente en los últimos 30 años? Una intervención que no tuvo como guía un plan maestro de desarrollo; que no incidió en la explotación de los recursos naturales de Haití, de su minería y sus posibilidades turísticas e industriales; carente de un plan mínimo de reforestación, del establecimiento del Registro Civil de los ciudadanos, de mejoría en los servicios sanitarios, de formación técnico profesional.

¿Qué hicieron con los enormes recursos aportados por donaciones a raíz del terremoto del 2010, en los que la Fundación Clinton y organismos importantes tuvieron participación?

¿O es que el plan era precisamente no tener plan  para fortalecer el Estado haitiano?

¿Por qué se eliminó el Ejército y se destruyeron las bases mínimas del Estado?

¿Por qué es la primera vez que EE. UU. abandona a su suerte a un grupo de nacionales norteamericanos secuestrados, en contradicción con su histórica presteza en el auxilio “a cualquier precio”?

Con el silencio y aislamiento de EE. UU., Francia, Canadá. —y de los países con regímenes comunistas por igual—, ante el colapso total de un Haití gobernado por bandas criminales y terroristas fuertemente armadas, se dan las condiciones para forzar el plan de contingencia de flujos masivos de refugiados haitianos en nuestro territorio, que se negoció en el Gobierno pasado y del que el presente Gobierno dice que no reconoce su existencia, aunque mantiene en las esferas del control migratorio del Gobierno a uno de los cerebros del plan.

¿Cuál será el desenlace de la situación? ¿Se está concretando la conspiración mundial contra la pobre nación dominicana, que los cómplices dominicanos se encargan continuamente de desmentir y minimizar?

En nombre de la Nación, por la prevalencia del sentido común, de la fe y la razón, le presentamos las guías que entendemos esenciales:

 Decálogo de la soberanía

1. Que las instrucciones militares sean de estricto control fronterizo para que estén debidamente preparadas para resistir embestidas masivas violentas de personas armadas o desarmadas, evitando hasta donde sea posible la muerte de personas. El paso de ilegales hacia nuestro país debe estar absolutamente cerrado y el cumplimiento de la disposición debe estar vigilado de cerca por usted como ejercicio primario de sus funciones. En éste tema hay mucha corrupción.

2.  Que no acepten las presiones de los comerciantes y de los que hacen negocios con Haití para abrir puertas al peligro. Los negocios no pueden ser un factor decisivo de la situación.

3. Que aceleren de emergencia la construcción del muro tecnológico de control fronterizo.

4. Que se mantenga el cierre de visados de los consulados dominicanos en Haití.

5. Que se realice la depuración de las visas otorgadas a turistas, trabajadores, estudiantes y de cualquier tipo, manteniendo las visas de los estudiantes y trabajadores de los que efectivamente lo sean, previa comprobación, cerrando el paso al negocio de los consulados que otorgan visas falsas.

6. Que se revise la legalidad de las nacionalidades o naturalizaciones otorgadas desde el 2020 a la fecha. Y que el país lo sepa.

7. Que se determine cuántos nacionales haitianos son dominicanos, y que el país lo sepa. Y se acabe con las especulaciones y las desinformaciones. Que se haga prevalecer la verdad.

8. Que se informe al país cuántos niños de nacionalidad haitiana han nacido en el país desde el año 2000 a la fecha, y cuál es el trámite y el estatus jurídico de los mismos.

9. Que se abra un registro de todos los nacionales que tienen una ocupación comprobable, de manera que el día que se apliquen los debidos controles no tengamos la masa de desempleados que desbordan las posibilidades de integración al país, a tono con las palabras del papa Francisco sobre la inmigración: “…. si uno acoge y los deja ahí sueltos en casa y no los integra, ¡son un peligro! Porque se sienten extraños… […] Los países tienen que ser muy honestos consigo mismos y ver cuántos pueden aceptar y hasta qué número, y ahí es importante el diálogo entre las naciones” (en entrevista del periodista radial español Carlos Herrera, publicada el 1.º de septiembre/21, ante la pregunta: ¿Qué pasa cuando el número de los que piden acogida supera las posibilidades de acogida de un país?).

10. Que no se desmerite el proceso de salvación de la patria ante el peor peligro de desaparición en su historia. Que no se desconcentre ni envilezca la magnitud de la gesta, aprovechando la situación para promover y aprobar legislaciones anticonstitucionales sobre el aborto y la ideología de género. Algunos que no entienden aún la catástrofe nacional que tenemos en la puerta, piensan que la situación actual es una “cortina de humo” para pasar los proyectos antinacionales contra la familia y la vida.

Presidente Abinader, no deje que los poderes internacionales, que se valen de los nacionales, trastornen la vida de la Nación en momentos tan cruciales para nuestra sobrevivencia. No permita que se contamine ni aplace el Código Penal.

Tenga la gloria de hacer las cosas bien. Estos son momentos muy decisivos para la Patria. No meta de por medio materia sucia y criminal. No embarre su misión. Concentre su misión en La patria, la ética gubernamental, el poder contra la Impunidad, la aplicación de la Constitución, el régimen de la ley y el desarrollo nacional. No juegue a negociar fundamentos de la soberanía nacional con los poderes internacionales,  pues eso siempre termina en mantener al país de rodillas.

No caiga en la deconstrucción de la cultura cristiana, sino en fortalecerla. ¡Salve nuestra historia y afiance la paz y el proceso de desarrollo!

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Pulso

Presidente Abinader, no se deje tumbar el pulso por los poderes mundiales y sus cómplices nacionales, entre los cuales hay empresarios, políticos, religiosos, ONG subsidiadas internacionalmente, y hasta algunos en su entorno de poder. Y tampoco se deje desalentar por algunos.

Por: Darío Vargas
rd.vargas@claro.net.do

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