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Recuerdan 62 años muerte de las Mirabal

Recuerdan 62 años muerte de las Mirabal

La foto muestra a la entonces niña Miledys de la Cruz, en los brazos de su padre y junto a su madre.

Salcedo, Hermanas Mirabal.-Otro 25 de noviembre en el que se conmemoró el 62 aniversario del histórico hecho de sangre que estremeció a la nación dominicana.

Sin duda, fue este el motor que propulsó las condiciones para que seis meses más tarde, se llevara a cabo el ajusticiamiento de aquel diabólico tirano y desde aquel momento, floreció y se estableció el actual régimen democrático que disfrutamos los dominicanos.

Pero, para doña Miledys Antonia de la Cruz González, (tenía nueve años cuando pasó todo aquello), unigénita hija de aquel valiente y decidido hombre, mártir dominicano Rufino Antonio de la Cruz Disla, asesinado de la manera más cruel que se pueda imaginar, junto a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal Reyes, dicha fecha, aun para la mayoría de los dominicanos pasa desapercibida.

Lo de su marginalidad y desconocimiento histórico en que ha vivido durante más de 60 años, porque de manera casi genérica e injusta, tanto la prensa, como historiadores, dirigentes políticos y la propia sociedad civil, así lo han ignorado.

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Sentado junto a ella, en la galería de su humilde vivienda, la cual está ubicada a escasos metros de la Casa Museo Hermanas Mirabal, como cada 25 de noviembre, al frente de dicha vivienda (carretera Tenares-Salcedo y viceversa), se observan pasar las caravanas de todo tipo de vehículos, con sus respectivas sirenas, trasladando personalidades civiles y autoridades por montón, tanto provinciales, como a nivel nacional.

Hasta varios de nuestros presidentes, pasan sin voltear la cara hacia donde vive esta dama, dirigidos a conmemorar mediante grandes eventos esta importantísima fecha, la cual, se ha denominada como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, y que bueno que así sea y que se continúe con esta ya tradicional e histórica efeméride, pues el valor de nuestras muchachas es algo sobre lo que nadie con su sano juicio se rehúsa a resaltar, pues, fueron ellas y son el símbolo de amor a su patria.

Pero, ¿por qué en estos variados eventos, honores y galardones de todas índoles, no se ha incluido esta dama, tan sufrida como nuestras heroínas y sus familiares? ¿No creen ustedes que ella ha sido ignorada por esta injusta sociedad?

¿No creen ustedes que con esta silente y añeja apatía, de manera sentimental y psicológica se ha estado maltratando a la única hija de aquel hombre que acompañó a nuestras heroínas, a sabiendas del alto riesgo y casi seguro de que podía perder su vida en esta misión?

¿No sería justo, que el Estado dominicano, con sus facultades jurídicas, debiera de reconocer y condecorar a ciudadanos como doña Miledys y que en esta etapa de su vida, se le otorgue el sitial que a nuestro entender ella merece?