Tal vez no sea lo que haga o lo que deje de hacer lo que defina la gestión de Víctor Atallah como ministro de Salud Pública, sino las relaciones con el beligerante Colegio Médico Dominicano (CMD).
Atallah, un reputado especialista que en otras ocasiones había sonado para el cargo, declaró que su gestión estará comprometida con la equidad, eficiencia ética y humanidad.
Llega con el principio de regirse por el Plan Nacional de Salud con el propósito de avanzar en la reducción de la brecha en las disparidades y deficiencias del acceso a la atención médica.
El problema está en que si no cuenta con el respaldo del CMD, una agrupación que en el pasado solía recibir a los ministros de la cartera con una huelga, sus buenas intenciones podrían desvanecerse.
La cartera tiene un problema de integración y compromiso con el que los médicos no siempre cumplen.