No parece que sea para inquietarse, pero el revuelo generado por el traspaso del Centro de Atención para la Discapacidad (CAID) al Ministerio de Educación plantea un desafío para la cartera gerenciar el programa con la mayor eficiencia.
Las razones que se han citado para la decisión parecen bien fundamentadas.
El Ministerio de Salud Pública continuará a cargo de los aspectos facultativos en tanto Educación, que dispone de más recursos, se ocupará de lo relativo a la enseñanza.
Es posible que el CAID, que se creó durante la gestión del presidente Danilo Medina y la gestionaba el desaparecido Despacho de la Primera Dama, esté ahora en lugar más apropiado.
Además de atenciones médicas los niños con parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo y otras enfermedades también son escolarizados.
Pero ante las críticas que han surgido por el traslado del programa al Ministerio de Educación la cartera tiene que demostrar que la decisión ha sido atinada con una gerencia eficiente y rigurosa.
Antes que inventarse lo que se ha procurado es complementar las atenciones médicas a los niños con discapacidad.
