La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en mármol realizado por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 1,74 por 1,95 m. Se encuentra en la Ciudad del Vaticano. La escultura representa a la Virgen María sosteniendo a Cristo muerto tras la crucifixión.
Cuando uno busca la definición del concepto piedad, lo primero que Google nos presenta es esta escultura de la virgen María sosteniendo a su hijo, el Dios hecho carne, y lo comprendemos, pues es la más viva representación de la definición de la Real Academia de la Lengua: “Lástima, misericordia, conmiseración. Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.”
En referencia a lo anterior, piedad es cuando un individuo ayuda, perdona o asiste a otro debido a una situación que está ocurriendo en su vida que le produce sufrimiento o angustia.
Todo lo previo viene al caso a propósito de lo acontecido hace dos domingos, cuando el destacado cantante de música típica Juan Cruz, de apenas 48 años, no fue atendido en una clínica de Santiago, con inicio de infarto al corazón, porque sus familiares no pudieron depositar, a pesar de tener su seguro, la suma de 150 mil pesos que le requerían. Falleció al ser trasladado a otra clínica.
Con el avance de la ciencia ya es fácil revertir el desarrollo de un infarto al corazón, pero no hubo piedad en los médicos y dueños de esa clínica, porque en caso del médico atenderlo, y después no realizarse el pago, se lo cobran a él.
Eso sucede en todas las clínicas del país y es similar al concepto de “Humanizar la salud humanizándonos” como se titula mi libro de 2011, que en una de sus citas, de Santiago Ramón y Cajal, dice: “Solo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan”.