¿Qué depara al mundo y el 2025? ¿Cómo nos irá, como raza humana, en este nuevo tiempo?

Es, en la esencia de esta interrogante, en la que radican los principales cuestionamientos en el marco de las felicitaciones del final del 2024 y las esperanzas para el nuevo tiempo.

Es claro, que la principal expectativa internacional es la paz mundial sobre todo, de cara a las guerras abiertas y los conflictos armados multilaterales, sobre todo bajo las guerras de Ucrania, iniciada por la invasión rusa el 22 de febrero de 2022, con lo que ya se cumplen dos años para ambos países bajo el sórdido lenguaje de las armas, drones y misiles.

La esperanza del mundo, encabezadas por las oraciones y peticiones del papa Francisco, es que las armas sean silenciadas se logre un acuerdo de paz, se cree al menos una zona desmilitarizada y la de Medio Oriente (Israel-Hamás- Hizbulá y otras fuerzas), iniciada con la barbarie del 7 de octubre de 2023, cuando Hamás sorprendió la inteligencia israelí, con un ataque sin precedentes sobre el sur de Israel, matando en su mayoría a civiles y llevándose a 251 rehenes, lo cual desencadenó una guerra total entre Israel y Hamás, considerada una de las más mortíferas de la historia reciente de la región.

La esperanza del mundo es que el conflicto finalice, sobre todo por el cambio de la geopolítica que supone la llegada al poder en Estados Unidos de Donald Trump, quien ofreció entre sus promesas de campaña, la de terminar ese conflicto en 24 horas, meta sin dudas demagógica e imposible de concretar en ese lapso.

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La reacción de Israel ha sido excesiva y genocida, porque además de combatir al grupo islámico, ha perpetrado un genocidio que suma ya más de 44 mil víctimas mortales, sobre todo que entre guerrilleros antiisrael, se lleva mayormente niños, mujeres y ancianos, además de desarrollar crímenes de guerra que emplean el hambre como estrategia de combate. Israel ha querido compensar su inconcebible fallo de seguridad del 7 de octubre para calarse en la testosterona belicista arrasando con campamentos de refugiados, hospitales y sedes de organismos de socorro.

La criminalidad y el latrocinio cambian de bando con una facilidad que espanta: Hamás no debió nunca llegar al extremo del terror del 7 de octubre, ni masacrar civiles, ni hacer prisioneros a jóvenes asistentes a un concierto.

Las armas de Israel se impondrán finalmente, pero la vida de los rehenes estará en grave peligro.

En el plano económico, el Banco Mundial prevé que el crecimiento será inferior al promedio de la década de 2010 en casi el 60 % de las economías, que comprenden más del 80 % de la población mundial. Predominan los riesgos a la baja, como tensiones geopolíticas, fragmentación del comercio, tasas de interés más altas durante más tiempo y desastres relacionados con el clima. (1) Informe Banco Mundial, octubre 2024 (1).

La contracción de la economía se fortalecerá por la lucha de intereses entre Oriente (China) y Occidente (Estados Unidos y Europa) que se incrementará por las medidas ya anunciadas por el zar norteamericano de la derecha (¿o ultraderecha) mundial, los fakes mes y la ortodoxia del estilo de Trump, que vista desde fuera pinta un claro choque de trenes mundial financiero/industrial. No se puede saber en qué parará el panorama y resulta imposible predecirlo.